Casado come con Rajoy y le pide consejo sobre la repetición de las elecciones
Si alguien tiene experiencia en estas lides, ése es el expresidente. En la campaña de abril cuentan que casi clavó su pronóstico sobre la tormenta perfecta que se le venía encima al PP.
"A ustedes les va a ir muchísimo peor de lo que sus 'redondos' (por Iván Redondo) les susurran". La profecía que Cayetana Álvarez de Toledo lanzó este miércoles en el Congreso, mirando a la bancada del PSOE, fue una teoría que en el PP empiezan a difundir en privado.
Unos con más convencimiento, otros con menos, los populares argumentan que Pedro Sánchez pagará electoralmente las culpas de haber llevado a España a sus cuartas elecciones generales en cuatro años. No que baje, pero sí que no subirá tanto como él y sus gurús esperan. Aunque de momento las encuestas no lo vaticinen.
La cuanta atrás hacia la repetición electoral ha comenzado. Y si alguien sabe de lo que supone tener que llamar dos veces a las urnas a los ciudadanos en cuestión de meses ése es Mariano Rajoy.
Por eso no es casualidad que precisamente este miércoles Pablo Casado citara a su antecesor a una comida que debía haber sido privada y acabó trascendiendo porque una cámara de La Sexta les pilló juntos en las inmediaciones de la sede de Génova.
En junio de 2016, después de renunciar a la investidura al no tener los apoyos y de que Sánchez intentara una que acabó en fracaso, Rajoy consiguió 14 escaños más y 600.000 votos más que en diciembre de 2015. Después, ya se sabe, acabó llegando la abstención del PSOE.
De aquel escenario y del que se presenta ahora tuvieron Casado y Rajoy la ocasión de hablar sentados a la mesa. Como también del voto útil, de España Suma y de la hipótesis, aún muy remota, de que el PP acabara absteniéndose.
De momento, toca pensar en el 10 de noviembre. Las elecciones, dijo el líder del PP por la mañana en el Congreso, "las carga el diablo". Y más en un contexto de tanto cansancio por parde del electorado.
El expresidente del Gobierno apenas contó nada para su sucesor en la campaña de las generales del 28 de abril. Tuvo un par de apariciones con Ana Pastor e Isabel Bonig, pero no con Casado. No obstante, siguió muy de cerca aquella campaña y cuentan quienes hablaban con él aquellos días que casi lo clavó vaticinando la tormenta perfecta que se le venía al PP en las urnas (66 escaños).
Esta vez, su sucesor ha querido tenerlo cerca desde el principio, por la experiencia que atesora en estas lides. Casado es consciente de que cometió algunos errores en las generales de abril -y bien que los pagó- y no quiere repetirlos.