El "mitin" de Sánchez en Nueva York se queda en un fiasco sideral pero muy caro

La disolución de las Cortes va a pillar a Pedro Sánchez a más de 5.600 kilómetros, en Nueva York. Allí se encuentra el presidente del Gobierno en funciones desde el domingo y hasta el jueves, mimando su imagen internacional en este inicio de la precampaña.

Un viaje por el que ha recibido muchas críticas por inapropiado, después de que su falta de entendimiento con Unidas Podemos haya condenado al país a las cuartas elecciones generales en cuatro años.

"Lo raro sería que Sánchez no estuviera aquí", ha declarado el ministro de Exteriores, Josep Borrell, desde la capital financiera de Estados Unidos. También le acompañan las titulares de de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, y de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Así como su mujer, Begoña Gómez, y un séquito de altos cargos y asesores.

En cualquier caso, el primer acto de la tournée del socialista no ha sido para tirar cohetes. Sánchez ha tenido una pequeña intervención de apenas ocho minutos durante la inauguración de la Cumbre del Clima de la ONU, bautizada como Climate Week.

Hasta el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ha hablado más que él. A lo largo de su discurso el presidente en funciones ha alertado de que el mundo se enfrenta a una "emergencia climática" y ha presumido de que su Gobierno ha tomado el "camino" de la acción "muy valiente" con un "compromiso pleno".

Al término no ha querido siquiera hablar con los periodistas españoles de las elecciones, un asunto que desde el continente americano le queda muy lejos. "Ahora no, mañana ya si eso comentamos", ha zanjado al ser preguntado al respecto.

Sánchez también intervendrá en la Asamblea General de las Naciones Unidas este martes y tendrá diversos encuentros. Quién sabe si también otra foto con Donald Trump como la del año pasado.