La farsante de los dedos rotos vuelve por el 1-O y lanza una amenaza a España

Marta Torrecillas, la mujer que mejor simbolizó la falsa propaganda del independentismo para acusar a la Policía Nacional de hacer un uso desproporcionado de la fuerza el 1-O, ha vuelto. Y con todos los dedos en su sitio.

Coincidiendo con el segundo aniversario del referéndum ilegal, el independentismo está llenando las redes con imágenes de las cargas de aquel día, en las que la Generalitat no dudó en inflar la cifra de heridos hasta los 893. Cuando en realidad lo que más hubo fueron mareos provocados por la aglomeración de gente.

Y Torrecillas, que en su día acusó en falso a los agentes de haberle roto los cinco dedos de una mano "uno a uno" y hasta de tocamientos en un pecho (luego tuvo que retractarse en TV3) en un vídeo viral, ha hecho su particular aportación con un tuit en el que rememora la supuesta pesadilla que vivió.

En él, esta militante de ERC recuerda cómo se mezclaban "los gritos y los golpes de la carga" fuera con, dentro, " la tensión de ver cómo avanzaban y se paraban ansiosos ante nosotros esperando la orden para iniciar la carga contra la gente de la escalera". Y asegura que ni olvida ni perdona, que lo volverán a hacer y que van a votar y a ganar.

Su caso fue el más sonado de todos cuantos después se demostraron falsos (aquí una anciana herida... cuando intentaba arrancar el casco a un policía) porque ella se vio obligada a desmentirse a sí misma al día siguiente en la televisión pública catalana: no le había roto ni un dedo, sino que tenía una capsulitis en un dedo fruto del forcejeo.

Según ella el error fue que en la ambulancia le dijeron que parecía que tenía los dedos rotos pero que después, en el Hospital de Sant Pau, un médico le explicó que lo que le habían hecho era "una técnica militar para inmovilizar la mano" y que eso duele como si los rompieran.

No quedó ahí la cosa. El pasado mes de julio Torrecillas presentó una demanda de conciliación contra el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo por falso testimonio, y le acusó de mentir sobre ella durante su testimonio en el juicio del procés. Todo porque Millo recordó el caso de la supuesta herida y su propio desmentido. A finales de septiembre el juez de instrucción archivó la demanda.