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La campaña que Iván Redondo ha impuesto a Ferraz: mucho Sánchez y poco PSOE

Como en el 28-A, la estrategia electoral se ha diseñado en La Moncloa por el "preferido". El candidato se confundirá con el presidente en funciones y los barones serán meros teloneros.

Sánchez, en un acto con militantes del PSOE.

Publicado por
Miguel Blasco

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Fue allá por 2006, cuando Juan Campmany, el inventor de la marca ZP, le dijo al PSOE: "¿Queréis ganar las elecciones?: Yo hago anuncios, no milagros".

El recordatorio, que un dirigente socialista ya jubilado rememora en conversación con ESdiario, define bien la estrategia electoral que Pedro Sánchez va a protagonizar en la precampaña y campaña del 10-N. El Campmany de turno es ahora Iván Redondo, el jefe de gabinete del líder socialista en La Moncloa.

Como sucedió en los comicios del 28 de abril, el influyente gurú de Sánchez -sin contrapeso alguno ni en La Moncloa ni en Ferraz- ha diseñado una estrategia ajena e impuesta a la dirección del PSOE y a sus barones.

Se resume en una frase irónica que se escucha estos días en algunas federaciones territoriales: "Mucho Falcon, poca furgoneta; mucho Sánchez, nada PSOE".

Esta estrategia, que ya ha sido comunicada al número tres socialista, José Luis Ábalos, pasa por reforzar la imagen presidencial de Sánchez.

Es decir, muchas entrevistas mediáticas cara a cara; mítines de partido empotrados en su agenda oficial como presidente en funciones, ningún riesgo, y el único debate neutral del 4-N, rehuyéndo más debates y, por supuesto, el enfrentamento a solas con el líder de la oposición, Pablo Casado.

Otra vez, el "todo PSOE" deja su futuro en manos de Iván Redondo.

De esta forma, Redondo ha diseñado una amplia ronda de entrevistas periodísticas para Sánchez que ha comenzado justo a su regreso de Nueva York, la última salida del candidato como presidente en funciones.

En los últimos días ha desfilado por La Razón, El Confidencial, la Cadena SER, el Heraldo de Aragón, y Aragón TV. Además, ha protagonizado sendos mítines del PSOE en Zaragoza y Valencia, y este próximo domingo lo hará en Vizcaya.

Iván Redondo ha diseñado una campaña con protagonismo absoluto de Sánchez, con sus ministros por libre y los barones de meros teloneros. Pretende difuminar la imagen del aspirante de partido para potenciar la del hombre de Estado que aspira a revalidar su presencia en La Moncloa.

Tampoco habrá, salvo en algún lugar puntual y previsiblemente en Andalucía, presencia de las viejas glorias, como Felipe González, Alfonso Guerra o José Luis Rodríguez Zapatero.

En definitiva, mínimo riesgo, mínima exposición y todos los recursos del Estado a su disposición: el Consejo de Ministros, su agenda internacional, el BOE, RTVE y el CIS. El líder socialista que prometió el partido más asambleario es ya uno de sus secretarios generales más caudillistas.