Sánchez denigra la "oferta" de Rivera y se ríe de que levante el veto al PSOE
El líder socialista ningunea un acuerdo con Cs y se limita a exigir al partido naranja que le apoye gratis en la investidura sin ningún acuerdo sobre la mesa.
Pedro Sánchez ya ha respondido a Albert Rivera, que este sábado ha anunciado que levantaría el veto al PSOE si volvía al "constitucionalismo". Con una actitud casi de desprecio, el líder socialista, que nunca ofreció pacto alguno a Ciudadanos para evitar la repetición electoral, ha ninguneado a los naranjas demostrando que de ellos solo quiere un respaldo incondicional y limitado a la investidura.
Así, el líder socialista le ha aclarado, en tono complaciente, de que el PSOE no pide "el apoyo de Ciudadanos", un partido "que pacta con la ultraderecha", sino que lo que pide es que "no bloquee" la conformación de un gobierno.
La alocución de Sánchez ha tenido lugar en un mitin de precampaña en Vigo, en el que ha ironizado con el hecho de que Albert Rivera ha "levantado el castigo" al PSOE, pero "si suma más con PP y con la ultraderecha quiere echar al PSOE, y mientras tanto, gobierna con el PP y la ultraderecha en comunidades y ayuntamientos". "Todo un ejemplo de coherencia, señor Rivera", ha apostillado Sánchez.
"No pedimos el apoyo de Ciudadanos, mucho menos de un partido que pacta con la ultraderecha, lo que pedimos es que se respete el resultado electoral, y que los que perdieron no bloqueen a aquel que ha ganado las elecciones", ha proclamado, obviando que él hizo exactamente eso en 2015 y 2016 con Rajoy.
Estrategia: culpar a Cs
Sánchez lleva meses intentando culpar a Ciudadanos de la repetición de las Generales, si bien es cierto que nunca ha tenido disposición a negociar con Rivera en los mismos términos que, por ejemplo, llevaron a PSOE y Cs a sellar un acuerdo de Gobierno en 2016, cuando Rajoy se negó a acudir a la investidura sin apoyos y el candidato socialista lo intentó en balde de la mano de Rivera.
Tampoco le ha hecho una oferta similar a la que trasladó en el último momento a Podemos, consistente en incluir a sus dirigentes en el Gobierno con una vicepresidencia y tres carteras. Y no parece que eso vaya a cambiar tras el 10N pese al giro de Rivera.