El relato de la mujer agredida en Tarragona avergüenza a las feministas de carné
Ninguna de ellas se ha solidarizado con María Grima, que este martes ha contado cómo sucedió todo y ha reivindicado su derecho a llevar la bandera de España, que es la suya.
La imagen de María Grima tumbada en el suelo tras recibir un puñetazo de un independentista mucho más joven que ella dio este lunes la vuelta al país y se convirtió en símbolo de la sinrazón que se vivió durante toda la jornada.
La mujer sacó una bandera de España y la blandió ante decenas de manifestantes que protestaban contra la sentencia del Tribunal Supremo. Tras un forcejeo, un joven después identificado como Joan Ramón Leandro Ventura le propinó un brutal puñetazo que hizo que la mujer cayera al suelo desplomada.
El feminismo oficial, el de izquierdas, ha callado ante este hecho. Ninguna de sus representantes se ha solidarizado con Grima.
Este martes la víctima ha entrado en Espejo Público junto con su abogado para contar cómo después de la agresión tuvo que ir dos veces a Urgencias. Pero el caso no quedará impune: ha denunciado a su agresión. "No me lo esperaba. No pensé que por sacar mi bandera acabaría así", se ha lamentado.
La mujer, afiliada a Vox, ha contado que lo peor del día fueron los "nervios y la impotencia" y ha reiterado que no hizo nada para ganarse tal puñetazo: "No estaba insultando ni metiéndome con nadie. Ellos me provocaron, yo estaba sentada en la parada de autobús".
Y ha reivindicado su derecho a sacar su bandera, la española: "No estaba insultando ni metiéndome con nadie. Saqué mi bandera como creo que estoy en mi derecho".