Conmoción en el Gobierno Sánchez: la lista de ministros en la cuerda floja
El reparto de poder con Iglesias obligará al socialista a desprenderse de algunas carteras y de sus ocupantes. Muy pocos tienen la continuidad asegurada. Entre los demás cunden los nervios.
Los ministros del Gobierno llevan tanto tiempo en funciones -el mismo que Pedro Sánchez- que ya se ha acostumbrado. Pero a lo que no se acostumbran es a tener su futuro pendiente de un hilo. Más unos que otros.
La negociación entre Sánchez y Pablo Iglesias para confeccionar un Gobierno de coalición, siempre y cuando el socialista consiga ser investido (ERC es la clave), tiene en vilo a los miembros del actual Gabinete socialista.
A todos salvo a Carmen Calvo, Nadia Calviño y Teresa Ribera, las únicas que han sido confirmadas como vicepresidenta política, vicepresidenta económica y ministra para la Transición Ecológica. También se da por hecha la continuidad de José Luis Ábalos en Fomento.
Los demás no las tienen todas consigo, por más que Sánchez pretenda desdoblar algunos ministerios y aumentar el número de miembros de su Ejecutivo. Quiere pocos cambios para dar imagen de continuidad.
Los que más papeletas tienen para abandonar el Ejecutivo son María Luisa Carcedo, Pedro Duque y Magdalena Valerio, titulares de tres carteras que Unidas Podemos se ha fijado como prioridad: Sanidad, Universidades y Trabajo.
Sobre Isabel Celáa hay dudas. Es posible que conserve la cartera de Educación pero hay muchas dudas de que siga siendo la portavoz del Gobierno.
Tampoco cuenta con las espaldas cubiertas Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo. A los morados les suena bien la cartera de Industria, aunque Sánchez no está por la labor de desprenderse de ella.
En realidad, el presidente en funciones pretende limitar muy mucho la cuota de poder de Unidas Podemos en los ministerios del área económica, por las presiones de Bruselas y porque son los realmente importan a los inversores extranjeros.
María Jesús Montero en Hacienda, Luis Planas en Agricultura, Fernando Grande-Marlaska en Interior y José Guirao en Cultura parecen tener billete para una nueva legislatura, según las quinielas en el PSOE. Pero Margarita Robles y Dolores Delgado están, por contra, en duda.
No es que Sánchez vaya a permitir que Defensa y/o Justicia queden en manos de los de Iglesias, que no será así, sino que desde algunos ámbitos socialistas se especula con la salida de una y/u otra por las polémicas protagonizadas.
Sánchez ha de buscar asimismo recambio para Josep Borrell en Asuntos Exteriores, tras su designación como jefe de la diplomacia europea. Y un nuevo responsable de Política Territorial, que no tiene dueño desde que Meritxell Batet fue elegida presidenta del Congreso (fue el ministro Luis Planas que sumó dichas competencias a las suyas).
A los ministros les quedan aún semanas para salir de dudas. En el mejor de los casos.