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La feminista volcada en el PSOE carga en VOX el aumento de crímenes con Sánchez

La dirigente que tildó de "ultraderecha" a PP, Cs y VOX antes de las Elecciones dice ahora que el fracaso del Gobierno con los asesinatos machistas se debe a la llegada de Abascal.

A¡na María Perez del Campo, entre Sánchez y Abascal

Publicado por
M.B.

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Es uno de los peores años en cifras de crímenes de mujeres y coincide, paradójicamente, con la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa: en lo que va de 2019, 54 mujeres han sido asesinadas ya, siete más que en todo el año 2018, el último -y a medias- de Rajoy y del PP en el Gobierno.

Lejos de ver en ello una alarma sobre qué políticas se están aplicando y cuáles son sus carencias, la principal líder feminista de España se ha lanzado a defender al PSOE de nuevo con un insólito razonamiento sobre qué está provocando ese cruel repunte: la culpa es de VOX, que al entrar en las instituciones "está alentando" este fenómeno.

Son palabras pronunciadas literalmente por Ana María Pérez del Campo, histórica feminista y presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas que, antes de las pasadas Elecciones, ya se movilizó todo lo que pudo para pedir el voto para la izquierda con un razonamiento similar.

"La derecha española no existe", dijo antes de que se abrieran las urnas, atacando al conjunto de PP, Cs y Vox por según ella son "la extrema derecha con tres nombres diferentes". En idéntica línea, Pérez del Campo ha dicho ahora el crecimiento de los crímenes es consecuencia que de Vox ha entrado en las instituciones "gritando" que "van a acabar con las mujeres", es decir, "con sus derechos y con lo que han conseguido en los últimos años en materia de Igualdad".

Lo cierto es que, repasando el histórico del cruel fenómeno de la violencia machista, los peores años para las mujeres han coincidido con Gobiernos socialistas. La estadística oficial arroja un resultado que pone en solfa tanto la acusación política como la reclamación económica: los dos años con más crímenes machistas fueron 2008 -con 76- y 2010 -con 73-, y en ambos el presidente era José Luis Rodríguez Zapatero, al frente de un Gobierno con feministas declaradas como Teresa Fernández de la Vega o Leire Pajín.

Los peores años son, en contra del discurso oficial de la izquierda y de no pocos medios de comunicación, los de Zapatero, quien paradójicamente subió los presupuestos para aplauso de asociaciones y entidades especializadas en el problema; promulgó la polémica Ley Integral de Violencia de Género e incluso creó los juzgados específicos de la materia.

Pues bien, la media de asesinatos anuales con el PSOE en La Moncloa, entre 2004 y 2011, fue de 66.8 crímenes. Con Rajoy, en los ejercicios completos con él al frente del Ejecutivo, esto es entre 2012 y 2016, la media fue de 54.8 asesinatos. Es decir, con Zapatero gobernando, murieron de media doce mujeres más cada año que con Rajoy, y además los mayores picos también tuvieron lugar con el socialista encabezando el Consejo de Ministros.

Más con Zapatero también

Aún más, los dos siguientes a la aprobación de la citada Ley encadenaron las estadísticas más horribles, y no fue hasta 2009 cuando el Gobierno socialista pudo 'presumir' de haber reducido a 56 el número de muertes, que volvería a subir hasta 73 en 2010 pese a que los recursos siguieron siendo los mismos y las leyes también.

Un último dato invita a la reflexión: la cifra más baja desde 2003, año en que se empieza a elaborar una estadística profesional al respecto, fue la de 2016, con la crisis aún golpeando, los presupuestos menos expansivos y una inestabilidad política que llevó a repetir dos las Elecciones Generales: con ese paisaje, 'sólo' perdieron la vida 44 mujeres, el mejor baremo en casi tres lustros.

Con el menor gasto en subvenciones, se registró la cifra menos mala de muertes: fue en 2016, con 44 víctimas

Con respecto al impacto de los recortes presupuestarios, denunciados sistemáticamente por los partidos de la oposición, lo primero que cabe señalar es que es casi imposible saber cuánto dinero se dedica realmente a este problema: no hay un capítulo único ni una sola Administración especializada en la materia; y para saber el esfuerzo exacto que dedica el Estado habría que hacer un cálculo imposible que sumara las partidas del Estado, de las Autonomías y de los Ayuntamientos.

Y añadirle la parte alícuota, difícil de definir, de los presupuestos globales de asuntos sociales, seguridad o justicia, entre otros.

El presupuesto no afectó

Pero cogiendo la partida específica de los Presupuestos Generales dedicada a la Violencia de Género, no se puede sostener tampoco el discurso de Álvarez y otros dirigentes políticos o sociales: en 2010 se aprobó la cantidad más alta para ese punto concreto, con 34,3 millones de euros, pero también fue el segundo año más horroroso de la serie desde 2003: murieron 73 mujeres, la peor cifra después de las 76 de 2008.

En 2016 se produjo el menos malo de los terribles recuentos, con 44 víctimas, y el dinero dedicado a ese apartado concreto fue de 25.6 millones: en los seis años del PP se ha reducido ese epígrafe un 25%, pero la media anual de víctimas de la violencia de género ha sido sensiblemente inferior a los años precedentes. Más que reducirse el presupuesto para luchar contra el terrorismo machista, se redujo la partida de subvenciones y campañas, pues.