El momento de pánico y hartazgo de Greta Thunberg en pleno corazón de Madrid

"¡Latinoamérica vencerá al fascismo! ¡Nuestro norte es el sur!". Ésa es la apocalíptica pancarta que Greta Thunberg se encontró en su visita dominical a la Universidad Complutense de Madrid, sede de la Cumbre del Clima paralela que reúne a 200 activistas con más ánimo que éxito: pocos les han caso, y a ello ayude tal vez la mezcolanza de conceptos políticos, sociales y ecologistas que lanzan en un batiburrillo sin demasiado interés para los grandes medios.

Quizá por eso la propia Greta, prácticamente desaparecida desde que el viernes participara en la manifestación que colapsó Javier Bardem con sus insultos al alcalde de Madrid, se sintió especialmente incómoda en el evento, tal y como detalla el periodista Fernando Peinado en El País.

"De acuerdo con personas que participaron en la reunión, Thunberg está frustrada porque no siente que los delegados de casi 200 países reunidos en Ifema estén escuchando la voz de la calle. No ha notado posturas más ambiciosas, de cara a la fase final de la cumbre", explica.

Y ese malestar, trufado de cierto despiste, lo resume otra anécdota: "Una activista francesa autora de un libro vio el alboroto y se acercó con un ejemplar. Allí mismo mientras Thunberg caminaba hacia la salida se lo firmó en inglés: "Con amor para Greta". La celebridad sueca lo rechazó con un "perdón", sin parecer entender qué quería y la autora se quedó con el libro en mano".

Con ganas de volver a Suecia

Lo cierto es que a Greta se la ve agotada, dicen que por el exceso de atención que concita ella y la menor expectación que suscita su mensaje, y con ganas de volver a su Suecia natal, con su madre y con sus perros. "En Navidad decidirá qué hace en la siguiente etapa, si adopta un papel más secundario o sigue al frente del movimiento. Pero haga lo que haga, sabe que su carácter de icono no desaparecerá".