El PNV recibe a patadas a una nueva unidad de la Guardia Civil que va a ayudar

Todo lo que suene a Guardia Civil es motivo de urticaria para el nacionalismo vasco, que celebra como un triunfo propio el hecho de que desde ETA dejó de matar, el Ministerio del Interior ha reducido una cuarta parte el número de efectivos destinados en el País Vasco.

Ahora el PNV ha puesto el grito en el cielo porque el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha decidido crear allí una unidad parecida al Seprona, en la única Comunidad donde no la hay.

Se trata, en concreto, de una unidad del Eprona, Equipo de Protección de la Naturaleza, que investigará delitos medioambientales de cierto calado cometidos en el País Vasco. No se ocupará de inspecciones rutinarias ni de infracciones administrativas, precisamente para no chocar con la Ertzaintza.

Aun así, el Ejecutivo de Íñigo Urkullu no ha tardado en protestar por lo que considera una invasión de competencias que, según el PNV, corresponden al Gobierno autonómico y a las diputaciones forales. Se quejan de eso y, según recoge El Correo, de que no han recibido comunicación formal por parte del Instituto Armado.

La ley es clara

La Guardia Civil, por su parte, no tiene ningún interés en entrar en conflicto con la Lendakaritza. Únicamente recuerdan que es una competencia compartida con la Ertzaintza, puesto que la Ley Orgánica 2/86 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad recoge en su artículo 12 que a la Benemérita le corresponde "velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, de los recursos hidráulicos, así como de la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con la naturaleza". Sea el Vizcaya, en Albacete o en Orense.

La polémica se produce cuando Pedro Sánchez necesita el apoyo del PNV para ser investido presidente. Partido al que, si algo se le da bien, es precisamente rentabilizar sus escaños.