Así ocultó Sánchez la llamada a Torra que tenía prevista desde hacía semanas
Desde que Pere Aragonés pidió al socialista un "gesto" con el presidente de la Generalitat, la operación se puso en marcha. Pero había que vestirla bien. El director de ESdiario ya lo contó.
Así ocultó Sánchez la llamada a Torra que tenía prevista desde hacía semanas
La ronda que tiene previsto hacer Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos ha destapado la primera parada de su hoja de ruta secreta con el independentismo.
En realidad, el presidente en funciones tenía previsto rehabilitar a Quim Torra como interlocutor desde hacía semanas; desde que supo que esa iba a ser una condición sine qua non de ERC, que está deseando hacer a Junts per Catalunya cooperador necesario de la investidura. Para que Carles Puigdemont y Torra no puedan utilizarlo en su contra en una futura campaña catalana.
"Hemos conseguido que Pedro Sánchez se avenga a hablar con Torra", se jacta este viernes Oriol Junqueras en una entrevista en La Razón desde la cárcel, en la que también manda un claro mensaje a sus socios de gobierno: "Se deben priorizar los intereses del país, no intentar el desgaste partidista".
Tan claro lo tenía Sánchez que el director de ESdiario, Antonio Martín Beaumont, reveló el pasado 3 de diciembre en un artículo titulado El "gesto" de Sánchez: así está de "pillado" por Junqueras y Torra a la vez la intención de Sánchez de mantener una conversación telefónica con el presidente de la Generalitat.
Y añadía Martín Beaumont: "Pese al riesgo, lógico, de que parte de la opinión pública española la entienda como una claudicación. Recordemos aquí la 'condición imprescindible' fijada por Aragonés para que Esquerra Republicana replantease el voto: 'un gesto' del presidente para visualizar su voluntad de acuerdo con Cataluña.
En efecto, buena parte de la opinión pública lo ha percibido tal cual: como una claudicación de quien en campaña electoral dijo que nada tenía que hablar con Torra, por más reuniones que éste le pidiera.
Por no hablar de que el presidente de la Generalitat ha tardado muy poco en desdeñar el gesto del presidente en funciones por insuficiente, porque le parece casi un insulto ser puesto al mismo nivel que el presidente de Galicia o el de Castilla-La Mancha.
