Por qué Sánchez le dará a ERC lo que pida: perdería 350.000 votos en las urnas

Pedro Sánchez va a poner toda la leña en el asador para que sus negociaciones con uno de los partidos que propiciaron en octubre de 2017 un golpe sedicioso en Cataluña acaben bien y por fin pueda permanecer en la Moncloa, ahora, con un Gobierno Frankenstein, con la presencia de un vicepresidente y varios ministros de una de las izquierdas más radicales de toda Europa. Ése es el objetivo, al menos.

Hasta el momento, ya hemos podido algunos de los pagos que el PSOE ha realizado a ERC: por un lado, hablar de "conflicto político" para referirse a la anormalidad que se vive en Cataluña por la continuidad de los planes secesionistas y por el acoso a los constitucionalistas por parte de los indepes; por otro, aceptar una mesa de negociación entre el Gobierno de España y el Ejecutivo de Quim Torra, que han disfrazado de una ronda de contactos de Sánchez con todos los presidentes autonómicos.

Pero ERC es insaciable y sigue elevando el precio. Este mismo domingo, el número dos del Govern, Pere Aragonès, ha dicho que en la mesa de negociación habrá que hablar de la situación de los presos golpistas. Es decir, quieren a Oriol Junqueras y al resto de coautores del procés que fueron condenados por sedición y malversación en el Tribunal Supremo, en la calle cuanto antes.

Los españoles podrían encontrarse, en las próximas semanas, ante la indignidad de ver como Sánchez se pliega a algún tipo de componenda al respecto. Y todo por el pánico que hay en Moncloa a que fracasen las negociaciones con los secesionistas.

Porque volver a las urnas no parece ser una opción fiable para los socialistas, visto lo que les ocurrió el 10-N, donde, pese a la previsión inflada del CIS de Tezanos -hasta casi 150 diputados para el PSOE-, el resultado fue una pérdida de 3 escaños para los de Sánchez.

Una pista de que ese miedo puede pesar en la voluntad de pactar a cualquier precio con ERC nos la ha ofrecido este domingo La Razón, con un sondeo que revela que El PSOE se dejaría 350.000 votos por el camino si finalmente hubiera que acudir a unas terceras elecciones ante la imposibilidad de investir a un presidente en esta legislatura.

La nueva cita con las urnas, según el calendario que manejan en el Gobierno, tendría lugar hacia el mes de mayo. Y los socialistas obtendrían entre 116 y 118 diputados menos en el Congreso, dos menos de los 120 actuales.

El PP subiría

Por el contrario, el Partido Popular se vería beneficiado de una repetición electoral, pues obtendría entre 3 y 4 diputados más de los 89 logrados el 10-N.

También obtendría más votos y un par de escaños más, Vox, mientras que Unidas Podemos conseguiría entre 35 y 37 diputados y Ciudadanos seguiría acusando una fuga de votos, pasando de los 10 parlamentarios actuales, hasta entre 7 y 8.

Los principales partidos independentistas se quedarían prácticamente con la misma representación que tienen actualmente, según el sondeo de La Razón.