Los mensajes de Adriana Lastra contra Podemos y Bildu que ahora la avergüenzan
La "negociadora" del PSOE ha cambiado su discurso sobre los socios de Gobierno de Sánchez de la noche a la mañana. Esto es lo que decía cuando no dependía de ellos para estar en el poder.
Los vaivenes en el discurso de Pedro Sánchez sobre Cataluña o Podemos ya son de dominio público, incluso algunos días previos a la investidura, un camión recorrió las calles madrileñas mostrando el cambio de discurso del presidente y como muestra solo hay que citar el insomnio por la presencia de Podemos que pasó en cuestión de horas al abrazo con Iglesias.
Sin embargo, no solo Sánchez ha variado su parecer al respecto de Podemos y del resto de sus socios, sino que algunas de las personas de su máxima confianza quedan más que retratadas al repasar la hemeroteca.
Una de ellas es la portavoz del grupo parlamentario socialista y negociadora de los pactos del PSOE con los separatistas y con Bildu, Adriana Lastra, que se mostraba feliz y sonriente en las fotografías de rigor tras los acuerdos alcanzados pero que hace no mucho tiempo lanzaba otro tipo de frases sobre los socios de Sánchez.
Hace algún tiempo, Lastra consideraba que la izquierda abertxale, representada por EH Bildu en el Congreso no debería contar con el beneplácito del resto de grupos parlamentarios e incluso censuraba a Podemos por "jalear" a los proetarras en el debate de investidura que tumbó la candidatura de Pedro Sánchez en 2016.
En ese mismo debate, también criticó la postura de la formación morada respecto a los que ahora sostienen el nuevo gobierno socialista, los independentistas catalanes. De hecho, reprochó a los de Iglesias que "aplaudieran" las intervenciones de los secesionistas.
Además, y para rematar su discurso contra Podemos, aseguró que se traba de "un fraude. Estalinismo 2.0 que deja gobernar a la derecha antes que apoyar a un socialista y purga a los que disienten. Eso es Podemos".
Sin embargo, ahora su tono es bien distinto, Lastra se sentó a la misma mesa que ERC y Bildu para negociar su abstención e incluso se convirtió en la única interlocutora entre los separatistas catalanes y el PSOE, la única que contaba con la confianza de Rufián y sus compañeros de partido.
Tanto es así que se permitió el lujo de cuestionar el papel de la JEC en la inhabilitación de Torra con tal de contentar a los socios de Sánchez, elaborando un discurso que queda tremendamente lejos de aquel que pronunciaba en 2016, cuando Podemos, Bildu y ERC decían 'no' a Sánchez.