Revilla desmonta el bulo de la llamada enigmática que cambió su voto: "Carroña"
En las últimas horas, la izquierda ha extendido el rumor de que la presidenta del Banco Santander exigió al PRC el no a Sánchez en la investidura. El presidente cántabro lo desmiente.
A salvo ya, tras el amago sin cumplir del PSOE, el gobierno de Miguel Ángel Revilla, el líder del PRC ha salido este jueves a la palestra para desmentir un rumor que sectores socialistas y de Podemos han extendido en las últimas horas.
En concreto, el bulo asegura que Revilla cambió su sí por el no a la investidura de Pedro Sánchez tras recibir una llamada presionándole nada más y nada menos que de la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín. Para más señas, una de las enemigas declaradas del propio Pablo Iglesias y de su partido. Revilla ha detallado este jueves los motivos que llevaron a su formación a no apoyar la investidura.
De esta manera, durante una rueda de prensa, Revilla ha negado haber recibido presiones por parte del Banco Santander para cambiar su voto, frente a los que aseguraban que había sido llamado por Ana Patricia Botín, presidenta de la entidad.
"Ayer sí me llamó por teléfono, indignada. Estaba preocupada de que hubiera carroña en la política que dijese que ella, que en la vida me ha sugerido nada en política, se haya dedicado a presionar. Ella se dedica a ganar dinero con el banco y la labor de su familia es apreciada en la comunidad", ha remarcado en este sentido. Y aunque reconoce que sí que recibió llamadas para pedirle que no apoyase a Pedro Sánchez, ninguna fue la Botín.
Revilla ha explicado que "con la misma fuerza que apoyé a Pedro Sánchez en un principio, porque me salió del alma, pido un respeto para las personas que tenemos coherencia en la vida y dignidad".
"El PRC no ha cambiado, lo que ha cambiado es el planteamiento del PSOE de junio a enero", ha recalcado, explicando que "para algunos será muy fácil hacer esos cambios, pero no para nosotros. Hemos llegado aquí a ser la primera fuerza política de Cantabria porque la gente sabe que somos coherentes y consecuentes". Y ha concluido: "Un tren no vale el que se ponga en riesgo a España".