Empiezan las "tortas" en Podemos para pescar un puesto de asesor en el Gobierno
Los candidatos que no obtuvieron escaño y los asistentes del grupo parlamentario en el Congreso que se han ido al paro suspiran por entrar en el Ejecutivo ahora que se multiplican los cargos
Aunque la inmensa mayoría de sus miembros se declaren ateos o al menos agnósticos, a Unidas Podemos le ha venido Dios a ver con su entrada en el Gobierno.
En la coalición que dirige Pablo Iglesias hay tortas para hacerse con uno de los puestos de libre designación de los nuevos ministros, los llamados asesores. Los del nivel 30, el más habitual, se denominan vocales asesores y cobran entre 60.000 y 65.000 euros anuales.
La pérdida de escaños que vienen sufriendo los morados desde las elecciones generales de 2016 (obtuvieron 71) hasta los 35 actuales no solo ha hecho un roto en su cuenta corriente; sino que además ha dejado sin escaño a muchos dirigentes y, a mayores, ha obligado a prescindir de personal del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso (en el Senado no tienen grupo).
Y toda esa gente necesita encontrar nuevo acomodo, así que hay colas para hacerse con uno de los puestos en la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 de Pablo Iglesias o bien en el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, en el de Consumo de Alberto Garzón, en el de Trabajo y Economía Social de Yolanda Díaz o en el de Universidades de Manuel Castells.
El BOE publicó este lunes la relación completa de ministerios y de secretarías de Estado, pero faltan por concretar las direcciones generales del Gobierno, y ahí se espera que el número de asesores se multiplique. Como también el presupuesto.
Ello ayudará a reubicar a los candidatos que no fueron elegidos y al personal morado de la Cámara Baja que se ha quedado colgado. El 26 de noviembre, tras las elecciones, Unidas Podemos cesó de golpe a 36 asistentes que conformaban el grueso de su plantilla de personal eventual en el Congreso (es un tipo de personal que al final de la legislatura siempre es cesado). Con la nueva legislatura algunos han sido dados de alta de nuevo, pero otros no por los rigores presupuestarios.
Peores resultados, menos asistentes
Cada grupo parlamentario tiene derecho a un número determinado de asistentes pagados por la Cámara en función de sus resultados en las últimas elecciones.
Al grupo de Unidas Podemos, como al resto, le corresponden 0,90 asistentes por cada diputado, según lo aprobado por la Mesa del Congreso el pasado mes de diciembre, informan fuentes de la misma a ESdiario. Es decir, 31,5 asistentes para un grupo de 35 diputados frente a los 37,8 asistentes de la pasada legislatura y los 63,9 de la última de Mariano Rajoy. El descenso es notable.
A mayores, los miembros de la Mesa del Congreso -y Unidas Podemos cuenta con tres- tienen derecho a dos personas de confianza para desempeñar su tarea. Los presidente de comisión pueden disponer de una, pero esta legislatura las comisiones aún no están creadas ni repartidas.
Luego los grupos pueden tirar de presupuesto propio para contratar a más personal eventual, puesto que reciben subvenciones de la Cámara. Pero dichas subvenciones también dependen del número de diputados, así que en este apartado Unidas Podemos también ha salido perdido.
Con todo, el Gobierno de España es el mejor refugio.