Un fiscal que se jubila le suelta a Delgado lo que todos sus compañeros piensan
El número dos de la Fiscalía en Baleares, Ladislao Roig, deja la profesión tras 43 años de ejercicio. Y, claro, lo del salto de la exministra le ha dejado, como a todos, sorprendido.
Es la comidilla de los miembros de la carrera fiscal. Este martes, 24 horas después del bombazo Delgado, sigue sin hablarse de otra cosa en el Ministerio Público que del triple salto mortal de la exministra de Justicia, que a unos provoca sorpresa, a otros indignación y, a todos, sonrojo.
El teniente fiscal de Baleares, Ladislao Roig, ha defendido este martes que la futura fiscal general del Estado es "una magnífica persona y una excelente jurista", pero ha considerado que "la puerta giratoria que se ha producido" al pasar de ministra de Justicia al cargo de fiscal general no es "una buena medida de cara a la imagen del fiscal que se quiere dar a la sociedad".
Así se ha expresado Roig, horas antes de jubilarse después de 43 años ejerciendo como fiscal, en una entrevista en el programa Els Dematins de IB3 televisión.
Roig, que ha alabado la labor de María José Segarra, ha aclarado que conoce a Delgado "desde hace más de 20 años" y ha deseado "que ella sea plenamente consciente de que es ante todo fiscal general". Así, le ha recordado que "la Ley le da plena autonomía frente al Gobierno", el cual "no puede" impartirle "órdenes".
"Espero que eso lo tenga perfectamente asumido y por consiguiente pueda demostrar a la opinión pública que efectivamente está actuando con autonomía", ha manifestado Ladislao Roig, que considera que este nombramiento "se lo ha puesto difícil a ella y a los fiscales".
En esta línea, Roig ha reflexionado apuntando que Delgado necesitará "un plus de credibilidad superior al que necesitaría otra persona que no tuviera esa procedencia directa" del Gobierno.
Además, ha calificado de "poco afortunadas" las declaraciones del presidente, Pedro Sánchez, sobre la dependencia de la Fiscalía respecto al Gobierno. En relación a esto, el teniente fiscal de Baleares ha resaltado que la Ley establece que una vez nombrado el fiscal general, el mandato dura cinco años y "el Gobierno ya no le puede cesar", mientras que "antes, si no le gustaba cómo actuaba, le cesaba".
"Durante esos cinco años es inamovible, puede actuar con total libertad sin ningún tipo de dependencia gubernamental", ha insistido Roig.