El Rey emérito se indigna con Sánchez por faltar al funeral de su hermana Pilar
Don Juan Carlos ya estaba molesto con el presidente por su trato a Felipe VI, y desde este miércoles más. Aunque no tenía nada en la agenda, envió a Calvo en su lugar a El Escorial.
El funeral por la muerte de la Infanta Pilar de Borbón, la hermana mayor y confidente de Don Juan Carlos, ha aumentado el malestar del Rey emérito con Pedro Sánchez. A quien le reprocha las descortesías que ha tenido con Felipe VI últimamente (como comunicarle la composición del Consejo de Ministros por teléfono en vez de ir a Zarzuela).
El presidente del Gobierno se borró de las exequias oficiadas en la Basílica de El Escorial por el alma de Doña Pilar y envió en su lugar a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, pese a que Sánchez no tenía nada programado en la agenda para este miércoles.
Carmen Calvo a su llegada a El Escorial.
Sí estuvieron, por contra, los máximos representantes de los otros dos poderes: el legislativo, Meritxell Batet, y el judicial, encarnado en Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.
No se trataba de un funeral de Estado sino de uno oficial. Pero de uno muy particular, puesto que la Infanta Pilar era una de las dos hermanas del que durante 39 años fue el Rey de España y Jefe del Estado.
Según el Código de Ceremonial y Protocolo vigente, cuando fallece el Rey, un miembro de la Familia Real o un Infante de España -como es el caso de Doña Pilar", es Presidencia del Gobierno la que ha de encargarse de organizar "los actos de honras fúnebres y para la rendición de honores". Siempre con "la participación de la Casa de Su Majestad el Rey".
Es decir. Es el propio Pedro Sánchez el que decidió que Pedro Sánchez no fuera al funeral de Su Alteza Real la Infanta Pilar (ése era el tratamiento preceptivo de la hermana de Juan Carlos I). Que, por cierto, protocolariamente figuraba por delante del presidente del Gobierno en todos los actos.
La ausencia del socialista se notó aún más por la presencia, por contra, de los máximos representantes de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.
Los últimos meses han estado marcados por las tiranteces entre La Moncloa y Zarzuela a raíz de la tensión a la que Sánchez sometió a la figura del Jefe del Estado durante las negociaciones para su investidura.