Mandaron antidisturbios de Sevilla para proteger al ministro de los agricultores
"La Policía está supeditada a la Delegación del Gobierno", recuerdan desde el sindicato SUP en medio de la polémica suscitada por las cargas en Don Benito, con el ministro Planas a metros.
Extremadura se ha despertado aún este jueves en medio de la polémica por los incidentes ocurridos el miércoles en la manifestación convocada en Don Benito por los agricultores aprovechando la visita del ministro del ramo, Luis Planas, a la feria Agroexpo. Que se saldaron con 19 heridos en las cargas policiales.
Las comparaciones con la permisividad de los Mossos ante las acciones violentas de los CDRs no se han hecho esperar. Porque aquellos, en los días de furia, llegaron a cortar carreteras, quemar contenedores, sabotear el tendido eléctrico, tirar adoquines...
Tanto los sindicatos policiales como el Gobierno defienden que la Policía hizo lo que tenía que hacer al ver que algunos manifestantes arrancaban las puertas del recinto ferial, Feval, e intentaban romper el cordón policial.
Ese cordón de seguridad estaba formado no solo por agentes extremeños, sino también andaluces: el Ministerio del Interior había ordenado que se desplazaran una unidad de los antidisturbios (la UIP) procedente de Sevilla y formada por algo más de 30 agentes al tener conocimiento de que dentro iba a estar el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. "El dispositivo se planifica en cuanto se sabe qué autoridad viene", añaden las mismas fuentes.
En Extremadura no hay Unidad de Intervención Policial, sino únicamente Unidad de Prevención y Reacción (UPR), una especie de hermano menor de la UIP, que también se hace cargo de la seguridad en manifestaciones y concentraciones.
Al planificar el despliegue policial, y tras tener conocimiento de que el ministro Planas y el presidente regional, Guillermo Fernández Vara, estarían en Don Benito, la Delegación del Gobierno consideró insuficientes los efectivos extremeños y pidió más, que Interior desplegó desde la comunidad vecina.
"La Policía está supeditada a la Delegación del Gobierno, que no se le olvide a nadie. Y las órdenes van en cascadas", recuerda Pedro Donoso, del sindicato SUP en Extremadura. No obstante defiende que la actuación de los agentes fue la correcta habida cuenta de que algunos manifestantes quisieron "forzar y violentar" el perímetro de seguridad. "Las cargas siempre son desagradables y nadie esperaba que ocurriera lo que ocurrió", se lamenta.
Desde Jupol, el sindicato mayoritario del Cuerpo, señalan que la actuación fue "totalmente proporcionada".
Mientras se producían los incidentes, y en medio de la confusión, el ministro Planas aprovechó para salir del recinto por otra puerta.