Gorka Otxoa, el "Pagafantas" reconvertido en implacable activista político
Célebre por su papel en la comedia, el actor que también pasó por "Águila Roja" tiene otra cara fuera de la pantalla. Y pasea su compromiso político sin ambages.
Muchos le recordarán por ser el entrañable protagonista de la comedia "Pagafantas", tal vez el papel que más popularidad le dio a este actor, nacido hace 41 años en San Sebastián, que también logró un gran éxito con el programa de humor Vaya Semanita en la autonómica vasca, ETB.
También logro notoriedad ejerciendo de alumno de autoescuela patoso y "bizcochable" en la serie "Cuestión de sexo", encabezada por un Willy Toledo todavía alejado, para el gran público, del papel de activista político que ha ejercido desde hace una década, con furibundos detractores y leales seguidores.
Se llama Gorka Otxoa, y aunque su nombre sea difícil de retener, su cara es inolvidable: de yerno amable, de amigo fiel, de hijo adorable que nunca le falla a nadie. Y tal vez sea así, sin duda. Pero su perfil político está bien alejado de esa imagen que proyecta en la pantalla o en el teatro.
Gorka no se corta en expresar su opinión sobre el Rey, Casado, Guaidó o Rivera. Ni en verse con Monedero
El Gorka de verdad es, tal vez, el actor español que más se moja políticamente en estos momentos. Y lo hace sin red de seguridad, lanzándose al vacío para decir y escribir lo que piensa sin importarle nada qué pensarán de él. Un ejemplo, este tuit atizando sin miramientos a dos periódicos, el OK Diario de Eduardo Inda y El Mundo de Francisco Rosell.
Pero hay más, mucho más, y a ojos vista de algunos le colocarán claramente más cerca de Podemos, Bildu y, en general, de la izquierda más contundente en cualquiera de sus manifestaciones. Su indignación con VOX, por ejemplo, es constante:
Su simpatía por Pablo Iglesias, periódicos como Público o periodistas como Ignacio Escolar o Antonio Maestre también es pública, y la cimenta repitiendo sus mensajes en las redes sociales para hacerlos propios con comentarios personales. Un ejemplo, aunque hay muchos:
Y el reverso de la moneda es igual de claro. Gorka exprime al máximo su libertad de expresión y en un mundo en el que los personajes públicos suelen tener temor a las consecuencias, a él no le preocupa y prefiere ser fiel a sus principios. Incluso se entrevista con Monedero para extender sus opiniones sin las limitaciones de los 140 caracteres.
Opiniones que no coinciden tampoco con las del PP, ni en casos como la reciente reunión entre Pablo Casado y el venezolano Juan Guaidó, destrozada por el independentista Gabriel Rufián y compartida por el actor:
Ni Albert Rivera ni el Rey de España se libran de la pasión de Otxoa por difundir los mensajes más contundentes, mordaces o divertidos contra ellos, evidenciando su escaso apego por el sistema vigente de Monarquía Parlamentaria. Si fuera por él, don Felipe hubiera pasado por una Comisión de Investigación en el Congreso, negada hasta por Podemos para disgusto del artista:
Así es el célebre Pagafantas, un papel que obviamente solo ejerce en la pantalla. Fuera de ella es Gorka, y tiene claro lo que piensa, lo que defiende y lo que detesta. Irreconocible para algunos, pero auténtico en todo caso. Así es Otxoa, al que no le falta tampoco un típico selfie con su cara real, abrazado a la causa medioambiental. A algunos les disgustará o sorprenderá, quizá porque es un buen actor ante todo.