Cisma total: los anticapitalistas arruinan la fiesta a Iglesias con la escisión
En vísperas de su tercer congreso y nada más llegar a La Moncloa, la cúpula morada se enfrenta a la primera división traumática. La corriente de Teresa Rodríguez y Miguel Urbán se planta.
Un importante trozo de Podemos se desgaja del pastel. Curiosamente cuando Pablo Iglesias, Irene Montero y Pablo Echenique han asaltado los cielos, la corriente Anticapitalista del partido morado ha dicho basta.
No es un calentón, llevan varios meses lanzando advertencias sobre el aburguesamiento de su cúpula. El casoplón de Guadarrama abrió las hostilidades, el aterrizaje en la moqueta del Consejo de Ministros las ha agudizado. No es un sector menor: domina el partido en Andalucía y su cabeza visible, Miguel Urbán, es el jefe de los eurodiputados de Iglesias
Y ese sector, en el que junto a Urbán manda la secretaria general del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez, va a decidir previsiblemente el próximo 16 de febrero no participar en la III Asamblea Ciudadana Estatal del partido, según han informado fuentes de este colectivo.
Esta decisión, que se adoptará en la reunión de la Coordinadora Confederal -el órgano de dirección de este sector- del próximo 16 de febrero, puede ser el paso previo a una posible salida del partido a nivel estatal, si así se decide en la Conferencia que los Anticapitalistas celebrarán el 28 de marzo, el fin de semana después de la tercera Asamblea de Podemos.
Según explican las fuentes consultadas, los distintos grupos territoriales de la organización han mantenido debates a lo largo de las últimas semanas sobre este asunto y, según los sondeos iniciales, la decisión, por "mayoría clara", será la de no presentar ni candidatura a la dirección ni documentos en esa tercera asamblea, que convocó el secretario general, Pablo Iglesias, con un año de antelación.
Pablo Iglesias en el coche oficial de vicepresidente, la gota que ha colmado el vaso en los anticapitalistas de Podemos.
Esta previsible salida de los Anticapitalistas, que representan la corriente más a la izquierda de Podemos, llega tras años de discrepancias, que en los últimos meses se han ahondado a raíz de la entrada en el Gobierno de coalición con el PSOE y de las contradicciones que está implicando para Podemos; contradicciones que los de Urbán y Rodríguez no están dispuestos a asumir.
En concreto, estos han criticado duramente la postura adoptada por los miembros de Unidas Podemos en el Gobierno en la apertura solemne de la legislatura, durante la cual aplaudieron al Rey y posteriormente alabaron su discurso.
También han cuestionado que Podemos haya renunciado en el programa de gobierno de coalición con el PSOE a derogar la reforma laboral que aprobó el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Además de las diferencias políticas, este sector, que en la última asamblea de hace dos años recabó el apoyo del 13% de la militancia, mantiene con la dirección estatal una disputa desde hace años sobre el funcionamiento de organización y el modelo de partido, por la falta de democracia interna, de horizontalidad y de autonomía de los territorios.
Así, Teresa Rodríguez y Urbán se disponen a arruinar la fiesta al vicepresidente Iglesias y la ministra Montero en su recien estrenado momento de gloria.