Abascal confirmará a Ortega Smith como número dos de Vox para cuatro años más
El partido celebra su Asamblea General a principios de marzo y en su momento más dulce. Sobre la mesa está la reelección del presidente del partido y de su Comité Ejecutivo Nacional.
El proceso de reelección de Santiago Abascal como presidente de Vox no podría llegar en momento más dulce para la formación, que tiene 52 escaños en el Congreso y es indispensable para que carburen los gobiernos regionales de Andalucía, Madrid y Murcia.
El partido celebrará los días 7 y 8 de marzo en Vistalegre -convertida ya en su talismán- su Asamblea General Ordinaria, en la que este año toca renovar el Comité Ejecutivo Nacional. Es decir, el presidente y once miembros de su guardia de corps propuestos por él mismo.
Este viernes se abre el plazo para presentar candidaturas, y a partir de ese momento Abascal tendrá de plazo hasta el 23 de febrero para hacer su propuesta de equipo. El día 24 el Comité Electoral proclamará su candidatura y el resto -de haberlas-, que se someterá al veredicto de la militancia el 7 de marzo.
Fuentes cercanas al líder de Vox confirman a ESdiario que no habrá relevo en la Secretaría General, que seguirá ocupando Javier Ortega Smith, una persona de la máxima confianza de Abascal, a cuyo lado ha caminado desde el principio. El número dos de Vox ha vivido el crecimiento exponencial del partido desde la sala de máquinas y la conoce y controla. Y es también uno de los blancos favoritos de la izquierda.
De hecho se esperan pocos cambios en la cúpula del partido, más allá de alguna salida puntual. Actualmente conforman ese órgano Abascal, Ortega Smith, los vicepresidentes Víctor González (diputado por Salamanca), Mazaly Aguilar (eurodiputada) y Pablo Sáez (diputado por Valladolid) y los vocales Alicia Rubio, Ignacio Garriga, Jorge Buxadé, María Ruiz, Pedro Fernández y Rafael Bardají.
El portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, no es miembro del Comité, aunque sí vicesecretario de Relaciones Internacionales.
Lo que sí será novedad, salvo sorpresa de última hora, es que por primera vez no habrá candidatura alternativa a la de Abascal, como sí la hubo en las asambleas de 2016 y 2018.
Tiene su explicación, porque el aumento del número de afiliados ha hecho también que ascienda el número de avales necesarios para poder concurrir a estas elecciones internas. Según los Estatutos, un 10% de los militantes a la fecha del cierre del censo. En este caso se requieren algo más de 4.500 avales de militantes con al menos un año de antigüedad.
Así que el grado de contestación interna de los más de 52.000 afiliados se medirá por el porcentaje de votos en contra a la propuesta de Abascal. Ya en primavera se producirá el proceso de renovación de los cuadros provinciales y ahí sí se espera que haya dos candidaturas en más de una plaza.
Hasta ahora Abascal ha renovado su liderazgo al frente de Vox cada dos años, pero por un cambio en los Estatutos esta vez su mandato se extenderá cuatro años, una vez que sea reelegido. El suyo, el de Ortega Smith y el del resto del renovado Comité Ejecutivo Nacional.
Lo malo es que, si las encuestas están en lo cierto, estrenará su renovado liderazgo con dos malos resultados electorales en Galicia y el País Vasco. Dos territorios que hasta la fecha se le han resistido.