El gasto en prostíbulos con el PSOE en Andalucía resucita con este testimonio
El escándalo de 43 pagos en puticlubs de Andalucía a cargo de dinero público vuelve al primer plano con una declaración que demuestra el descontrol absoluto.
Uno de los mayores bochornos del PSOE andaluz resucita con un explosivo testimonio que evidencia hasta qué punto había descontrol con el dinero público en tiempos de Susana Díaz. Como se recordará, a lo largo de seis años el exdirector general de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), Fernando José Villén Rueda, disfrutó de seis tarjetas de crédito para gastos de representación con las que se pagaban fiestas en prostíbulos.
En tres de estas tarjetas asignadas a este exalto cargo de la Junta de Andalucía se llegaron a contabilizar hasta 43 abonos en cinco conocidos prostíbulos emplazados en Sevilla, Chiclana (Cádiz) y Córdoba: el oprobioso remate a una época simbolizada por el caso de los ERES, tal vez el mayor ejemplo de saqueo de dinero público de la historia de España.
Pues bien, el caso ha resucitado con una declaración parlamentaria de una trabajadora de la FAFFE, el extinto chiringuito desde el que derrochó dinero a manos llenas y que llegó a costear las juergas de directivos socialistas en locales de alterne.
Se trata de a que fuera secretaria de la Dirección Económica Financiera de la extinta Fundación Andaluza Fondo Formación y Empleo, Ana María Riego Montero, que ha pasado el trago este viernes de tener que declarar en la comisión de investigación creada en el Parlamento andaluz, un auténtico marrón para las huestes del PSOE, ahora en la oposición.
Y su relato lo dijo todo sin poder decir nada: pese a estar en el departamento que vigilaba la contabilidad de la entidad, la declarante dio pruebas de desconocer por completo las insólitas costumbres de algunos directivos con el dinero que procedía de los impuestos a los andaluces.
Susana Díaz se hizo la "despistada" con este caso durante 24 meses, ignorando incluso a la Guardia Civil
"No sabía nada"
Riego insistió en que desconocía que pudiera haber habido "malversación" de dinero público en dicha entidad o que se facturaran cargos correspondientes a "prostíbulos ni nada que se le parezca", tal y como sin embargo se ha demostrado con documentación oficial que, según reveló ESdiario en su día, la propia Susana Díaz se negó a entregar con rapidez a la Guardia Civil que se lo requería.
Ana María Riego ha querido desvincularse así por completo de esos abusos ya confirmados, explicando que "jamás desempeñó cargos directivos o de responsabilidad alguna" durante su etapa en la Faffe, de modo que "eran mis superiores quienes tomaban decisiones, y sólo cumplía con las directrices que se me daban".
Una declaración explosiva que vuelve a poner de actualidad el episodio que, al menos estéticamente, más indignó a los andaluces por el concepto en que se despilfarraban recursos en una Comunidad que, entonces, lograba las peores cifras de paro total en España.