Urkullu se lava las manos y el PP le acorrala por el caos total del vertedero
El lendakari ha endosado a la empresa de los residuos de Zaldibar la responsabilidad del accidente, no ha contestado a ninguna de las preguntas clave, y ha sido cercado por la oposición.
El prestige del PNV sigue enmarañado en el más que incomprensible oscurantismo, embarrancado entre grandes dosis de improvisación, y en la más mínima asunción de responsabilidades por parte del Gobierno Vasco, que forman en coalición peneuvistas y socialistas.
Y mientras se dispara minuto a minuto la indignación de los familiares de los dos operarios desaparecidos desde el pasado día 6 de febrero entre toneladas de escombros tóxicos en el vertedero de la localidad vizcaína de Zaldibar, el lendakari ha asumido este martes el manual del político que se lava las manos: ha endosado toda la responsabilidad de la tragedia a la empresa responsable del reciclaje.
"A la vista de las consecuencias, cabe afirmar que los mecanismos de control no han sido los suficientes", es todo lo lejos que ha querido llegar el presidente vasco.
Sin embargo, tras la comparecencia de Urkullu y de cuatro de sus consejeros en la Diputación Permanente de la Cámara de Vitoria, cada vez es más evidente que el PNV está en este caso cada vez más solo en sus explicaciones y más acorralado por la oposición, todo el arco parlamentario salvo el PSE. Y que el caos absoluto que reina doce días después, amenaza el paseo triunfal que todos preveían cara las elecciones del 5 de abril.
"Señor Urkullu, ¿hay un protocolo que le impide a usted tener empatía y sensibilidad?", le ha espetado a la cara el líder del PP, Alfonso Alonso, al lendakari, tras las criticas de familias y vecinos por la desantención del Gobierno Vasco en los primeros días tras la tragedia.
"Las declaraciones que han hecho han sido lamentables, han generado alarma social y ustedes son los únicos responsables", le ha reprochado, al asegurar que "llama la atención el extraordinario beneficio y gran negocio que suponía este vertedero y el incremento de residuos que entraban allí, hasta el punto de prever su vida útil mucho antes de lo previsto". "No entendemos cómo no se abrió ningún expediente", ha explicado.
Y ha concluído el líder del PP vasco anticipando la refriega que se avecina en tiempos de precampaña electoral: "Cuando la verdad oficial se encuentra con que la realidad es totalmente distinta, entonces naufraga".
En este sentido, Pablo Casado ha anunciado este martes que su partido va a solicitar una comisión de investigación para aclarar lo que ha sucedido. Además, y en un momento en el que el Gobierno quiere negociar los Presupuestos con el PNV, ha criticado el silencio de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre este asunto.
Queda por saber el impacto de este caos entorno al rescate de los dos operarios desaparecidos tiene en las elecciones del 5-A. Pero Urkullu ya sabe que no será el paseo triunfal que su partido esperaba hace apenas dos semanas.