Lastra y Echenique salen señalados de las escaramuzas entre Sánchez e Iglesias
Los primeros encontronazos entre los socios del gobierno progresista han pillado a los portavoces de ambos partidos sin los deberes hechos. El PSOE recula y cede ante Irene Montero.
Lastra y Echenique, este jueves en la creación de la mesa de coordinación entre PSOE y Podemos.
Con Pedro Sánchez en Bruselas, han sido sus número 2 y 3, Carmen Calvo y Pablo Iglesias, los encargados de echar agua al fuego. No es un incendio propiamente dicho, pero sí las primeras chispas que saltan entre los dos socios del gobierno progresista. Los planes del ministro Marlaska en materia de inmigración y la Ley de Libertad Sexual de Irene Montero han acelerado las primeras tensiones en el Consejo de Ministros.
Pero, sobre todo, estos primeros chirridos en tan poco tiempo han dejado señalados a los dos peones encargados de engrasar el funcionamiento de la coalición, sus portavoces parlamentarios, Adriana Lastra y Pablo Echenique.
Ambos, por razones aún no explicadas, habían demorado la creación de la anunciada mesa de coordinación que iba a evitar precisamente estos roces. Y han corrido empujados por los titulares de prensa para constuirla este jueves, tras el amago de Podemos con unas filtraciones que han gustado muy poco en La Moncloa.
Para contener daños, Pablo Iglesias ha asegurado este jueves que existe "unidad" en el Ejecutivo y que las diferencias surgidas en torno a la política de inmigración se resuelven "a puerta cerrada". "Somos un Gobierno unido y las diferencias se resuelven a puerta cerrada. España va a ver un Gobierno unido", ha querido enfatizar el líder de Podemos en los pasillos del Congreso, tratando de zanjar estas primeras diferencias con Sánchez.
Por parte socialista, tanto Carmen Calvo, como la portavoz del Gobierno María Jesús Montero, también han negado que exista malestar por parte de Unidas Podemos a cuenta de la política migratoria.
El "pacto del abrazo" atraviesa sus primeras tensiones en apenas un mes de vida.
Además, tras este lío conocido a última hora de este miércoles, La Moncloa ha confirmado que la ley de Libertad Sexual en la que lleva trabajando la ministra de Igualdad, Irene Montero, desde su llegada al Ministerio, se presentará antes del 8 de marzo. No sin tensiones internas.
Podemos ha conseguido arrancarle al PSOE este compromiso para cumplir con sus planes, que se estaban viendo alterados por la negativa del Ministerio de Justicia a dar su visto bueno al citado anteproyecto. Para ello, los socialistas se han visto obligados a recular en sus intenciones iniciales de posponer la iniciativa.
En un mesaje difundido por la Secretaría de Comunicación, el Gobierno ha tenido que apagar el fuego asegurando que "la ley de Libertad Sexual tiene un consenso total en el gobierno de coalición".
Respecto a estos primeros chirridos en la coalición, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos-En Comú-Galicia en Común, Jaume Asens, ha admitido que hay "discrepancias" dentro del Gobierno y ha advertido que la solución a esas diferencias pasará por que el Ejecutivo asuma una posición que refleje "el espíritu progresista" del acuerdo que firmaron.
"Es verdad que hay discrepancias entre los socios del Gobierno, como es normal en cualquier gobierno de coalición. Ahora se trata de encontrar las vías para poder resolver esas discrepancias", ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso.
El pacto del abrazo contemplaba, y así lo explicaron PSOE y Podemos, que los portavoces parlamentarios de ambos partidos estuvieran siempre informados de los pasos e iniciativas a dar por cada uno de los socios. Pero de esta primera escaramuza, Lastra y Echenique han sido los primeros chamuscados.
