Las cuatro enganchadas entre ministros en el primer mes de Sánchez e Iglesias
Ni las "convivencias" en Quintos de Mora ni la "mesa de coordinación" han evitado las primeras rencillas en el gobierno del abrazo. PSOE y Podemos no se acaban de entender.
De "el Gobierno hablará con varias voces pero con una misma palabra" del pasado 13 de enero, al "me parece que es menor" de este mismo jueves, han transcurrido 39 días, los que tiene de vida el gobierno progresista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Y en este primer mes de vida desde el pacto del abrazo, las primeras rencillas entre los socios de PSOE y Podemos no han dejado de producirse. Con evidentes fallos de coordinación entre los respectivos portavoces parlamentarios, Adriana Lastra y Pablo Echenique, al menos se han producido ya cuatro encontronazos en el seno del Consejo de Ministros.
CALVIÑO CONTRA YOLANDA DIAZ: EL SMI
La ministra más activa de la cuota de Unidas Podemos ha sido sin duda la de Trabajo, Yolanda Díaz. La que ha marcado el terreno e intentado demostrar el para qué ha llegado el partido morado al Ejecutivo de Sánchez.
Los de Iglesias llevaban en su programa elevar el Salario Mínimo hasta los 1.200 euros. Este techo estaba vetado por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Así que Yolanda Díaz optó por imponer la cifra redonda de 1.000. Pero la CEOE trató directamente con la número cuatro del Gobierno y Calviño impuso al Ministerio de Trabajo el tope de 950 consensuado finalmente con empresarios y sindicatos.
Fue la primera vez que la vicepresidenta económica marcó territorio e impuso su ley. No sería la última.
IGLESIAS CONTRA MARLASKA: LA POLITICA MIGRATORIA
Ha sido hasta el momento la bronca más intensa, hasta el punto de que Unidas Podemos filtró a los medios -al margen de los canales comprometidos con Ferraz- el enfado de Pablo Iglesias con la hoja de ruta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Marlaska ha ignorado al vicepresidente de Derechos Sociales felicitándose por la sentencia de Estrasburgo que avala las devoluciones en caliente en la frontera con Marruecos. Casus belli para Podemos. Y, además, ha soliviantado a Pablo Iglesias con la nuevas vallas de Ceuta y Melilla que, aunque retirará las polémicas concertinas, ahora serán mucho más altas. El contencioso se mantiene y está por ver si Interior impone sus tesis migratorias.
CALVIÑO CONTRA MARIA JESÚS MONTERO: LA TASA GOOGLE
La vicepresidenta económica ha vuelto a marcar sus límites esta misma semana. Y Nadia Calviño ha contado con la alianza de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, frente a la titular de Hacienda, María Jesús Montero, y los ministros de Podemos.
¿La causa?: la controvertida tasa google. Exteriores advirtió a La Moncloa de las represalias que provocará desde la administración Trump. Pero Iglesias advirtió de que tenía la palabra personal de Sánchez. Solución salomónica: Hacienda llevó el impuesto al Consejo de Ministros pero Calviño ha impuesto que no se aplique hasta final de año. El 2-O de Calviño.
El abrazo de la "coalición progresista" atraviesa ya sus primetos y prematuros roces.
JUAN CARLOS CAMPO CONTRA IRENE MONTERO: LA LEY DE LIBERTAD SEXUAL
Esta enganchada ha sido la última y ha obligado a Carmen Calvo a moverse y al PSOE a rectificar. Por que en está polémica esta implicada Irene Montero y su Ministerio de Igualdad. Y Montero, con el visto bueno de Iglesias, tiene prisa por marcarse un tanto mediático de los que tanto gustan en la casa. Aprobar la Ley de Libertad Sexual antes del 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora.
Sin embargo, el Ministerio de Justicia lleva días advirtiendo que la doctrina de Podemos sobre el "un no es un no" y sus efectos colaterales en el Código Penal precisan un riguroso estudio por los técnicos del departamento de Juan Carlos Campo. Pero tras la reciente bronca de Iglesias con Marlaska, los socialistas han tenido que enmendársela y dar vía libre a Irene Montero.
Tanto Sánchez desde Bruselas, atribuyendo a los medios de comunicación la supuesta magnificación de estas rencillas, como Carmen Calvo, han tratado de echar agua al fuego. Pero Pablo Iglesias, este mismo jueves, no fue tan condescendiente y advirtió de que las diferencias se dirimirán "a puerta cerrada". Y eso que solamente ha transcurrido un mes de cohabitación...