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Casado recupera a Iturgaiz como memoria viva de los mejores años del PP vasco

El presidente del PP ha optado por cortar con Alonso ante una crisis que amenazaba con necrosar el PP vasco. La elección de quien fuera su presidente entre 1996 y 2004 ha causado sorpresa.

Carlos Iturgaiz, Alfonso Alonso y Javier Maroto.

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La elección de quien fuera presidente del PP vasco entre 1996 y 2004, Carlos Iturgaiz, como candidato de la coalición formada por el PP y Ciudadanos para las elecciones autonómicas sorprendió este domingo a propios y extraños.

Pablo Casado cortó así por lo sano una crisis que amenazaba con necrosar el PP del País Vasco en plena precampaña de las elecciones del 5 de abril. Y con unas perspectivas electorales más que discretas, antes y después de la suma de siglas.

El líder de los populares, harto de la insurrección del último sorayista (Juan Manuel Moreno lo era, pero fue más hábil redefiniendo su relación con Casado hace tiempo) optó por no dejar siquiera en manos de Alonso la decisión de si encabezar o no la candidatura a la que se había opuesto; y le echó.

Fuentes de la dirección del PP explican que la situación había tomado una "deriva" insatisfactoria para todos en los últimos días, que había que actuar para dar un "nuevo impulso" a la candidatura y que ésta es "la mejor decisión posible".

Una decisión que supone la vuelta de Carlos Iturgaiz a la política después de marcharse con cajas destempladas en abril de 2019, cuando Casado le relegó al puesto 17 de la candidatura a las elecciones europeas, reduciendo a cero sus posibilidades de reelección.

"Situarme de 17 es como no contar conmigo. Me siento triste y decepcionado. Casado no ha valorado el trabajo y dedicación que he hecho todos estos años en nombre del PP vasco y en defensa de la unidad de España y las víctimas", afirmó entonces al cerrar etapa.

Según ha podido saber ESdiario, la elección de Iturgaiz ha sido enteramente iniciativa del presidente del PP, que quiere volver así a la idea de "los mejores años del PP vasco". Cuando en 1998, y con Iturgaiz como candidato a lendakari, el PP aumentó sus votos en un 70%, consiguió 16 escaños y se convirtió en la segunda fuerza política.

A eso mismo hizo alusión Casado en el tuit que colgó a última hora de la tarde agradeciendo al nuevo candidato su compromiso:

El acuerdo suscrito con Ciudadanos dejaba al PP absoluta autonomía para designar el cabeza de cartel, así que la decisión no ha sido consensuada con Inés Arrimadas, explican desde el entorno de Casado. Únicamente ésta fue informada.

Más importante que cómo ha caído en Ciudadanos es cómo lo ha hecho en el PP vasco, un partido en el que nunca ha desaparecido la línea imaginaria que separa al PP de Jaime Mayor Oreja y de María San Gil (al que también perteneció en su día Santiago Abascal) del PP de Antonio Basagoiti, Arantza Quiroga y Alfonso Alonso.

Los hay que desde un principio fueron partidarios de la suma con Cs y que ya este mismo domingo se apresuraron a mostrar su satisfacción. Como Beatriz Fanjul, la única diputada del PP vasco en el Congreso; y Raquel González, presidenta del PP de Vizcaya. Ambas llamadas a tener un papel importante en el nuevo PP vasco, o lo que sea que salga tras las elecciones de esa coalición entre populares y naranjas en el País Vasco.

El cisma, en cualquier caso, es indisimulable. Y el precio de la apuesta de Casado, muy alto. En cualquier caso, el País Vasco forma parte de un plan mayor y más ambicioso del presidente de los populares: la absorción de Cs.