Adriana Lastra ya sonríe a Bildu y entierra otro tabú histórico del PSOE
Los socialistas pusieron "mala cara" a los diputados batasunos en su cita de diciembre. Pero, ahora, a la caza de su voto para el techo de gasto, las cosas han cambiado radicalmente.
El PSOE tiene poca memoria. Para ser exactos, dos meses de memoria. Los que van desde el 19 de diciembre del año pasado a este 26 de febrero.
En la primera fecha, su portavoz, Adriana Lastra, y su número dos en el Congreso, Rafael Simancas, rompieron un tabú histórico del partido -como tantos otros durante el sanchismo- y se reunieron por primera vez a solas con los diputados herederos de ETA. Buscaban de los representantes de Bildu el sí a la investidura de Pedro Sánchez tras su victoria en las elecciones del 20-N.
De aquella fotografía para la infamia de las víctimas del terrorismo, los medios de comunicación fueron unánimes a la hora de destacar un aspecto de la simbología de la instantánea y de la reunión en sí. Las caras bien serias, notablemente incómodas, de Lastra y Simancas. Contrastaban, además, con la maliciosa sonrisa de la portavoz de los batasunos, Mertxe Aizpurua, y su compañero de bancada, Oskar Matute.
Lastra y Simancas, con los rostros serios, en la reunión con Bildu del 19 de diciembre.
Este miércoles, la cita se ha vuelto a repetir. En un ambiente bien distinto. Bildu es ya socio formal de investidura de Sánchez y el PSOE busca ahora su apoyo para los próximos presupuestos generales del Estado. De hecho, este mismo jueves se vota el primer pilar de las primeras cuentas públicas del gobierno de coalición, el llamado techo de gasto.
Los socialistas ya sonríen a Bildu para buscar su apoyo al techo de gasto.
"Nos reunimos con representantes del PSOE para comenzar a intercambiar las primeras impresiones sobre el proceso presupuestario que está a punto de arrancar", ha desvelado la formación proetarra en sus redes sociales.
Sin embargo, fuentes de Bildu han informado que aún no han decidido el sentido de voto en la votación de este jueves. Para conseguir el respaldo de la Cámara, el Gobierno necesita al menos reeditar la votación que permitió la investidura de Pedro Sánchez.
Entonces, tanto Bildu como Esquerra Republicana se abstuvieron. Los independentistas catalanes tampoco han despejado el sentido de su voto, relacionándolo a las negociaciones que comienzan esta tarde entre Gobierno y Generalitat.