ERC y JxCat se despellejan en el Congreso por Sánchez: "Nos harán sudar sangre"
El Gobierno aprueba su senda de estabilidad y el techo de gasto -primer paso hacia los Presupuestos- con la abstención de los de Rufián y en medio de una batalla campal en el independentismo
Pedro Sánchez consiguió este jueves aprobar la senda de estabilidad presupuestaria (con los objetivos de déficit) y el techo de gasto; pero ni mucho menos eso le despeja el camino de unos Presupuestos de 2020 que la ministra María Jesús Montero está empeñada en sacar adelante pero que están empantanados por la situación en Cataluña.
Porque allí ERC, pieza imprescindible en el engranaje de las cuentas públicas de este año y de toda la legislatura, vive pendiente de que finalmente Quim Torra ponga fecha a las elecciones anticipadas.
Así que lo de este jueves es un pequeño paso, ni mucho menos uno de gigante, ni garantía de que habrá Presupuestos de 2020. Y lo más significativo de la votación fue que ésta dejó al descubierto la encarnizada guerra entre Junts per Catalunya y ERC. Que a su vez emponzoña la política nacional.
El titular es que los primeros votaron en contra y los segundos se abstuvieron. Pero la intrahistoria es mucho más suculenta y truculenta.
A la altura del lunes, los de Carles Puigdemont y Quim Torra tenían intención de votar a favor del techo de gasto y la senda de estabilidad para no ser menos que ERC, pensando que estos también iban a votar a favor.
Después les llegó que Esquerra se inclinaba por la abstención y ellos viraron para que no pareciera, de pronto, que JxCat se había vuelto más sanchista que ERC.
De hecho, sobre la tribuna de oradores, el portavoz de JxCat, Ferran Bel, afirmó: "Nuestra posición de hoy no presupone nuestro voto a los Presupuestos Generales del Estado", mientras descartaba el 'sí' pero no la abstención.
Finalmente se echaron atrás, votaron en contra y dejaron a los de Gabriel Rufián solos con su abstención, que a efectos prácticos venía a ser un apoyo al Gobierno.
A la salida del Pleno, Bel y su compañera Laura Borràs se fueron como miuras hacia las cámaras para cargar contra Esquerra por sus cariños a Sánchez: "Otras formaciones, ellos sabrán por qué, están dando muchos votos gratis (al Gobierno)", en clara alusión a ERC. Y añadieron: "Si este apoyo no ha sido gratuito esperemos que sea transparente lo que ha habido a cambio".
Rápidamente las palabras de JxCat llegaron a oídos de ERC. Cuyos dirigentes, tanto en la cárcel de Lledoners como en Barcelona y también en Madrid, están hartos de este entorno de "deslealtad absoluta" de sus socios, en palabras de uno de ellos.
"Parece que hubiéramos dado al PSOE la Diputación de Barcelona", ironizaron desde el grupo parlamentario de Esquerra en el Congreso, en alusión al pacto que tienen JxCat y el PSC allí y que permite presidirla a la socialista Núria Marín.
"Ayer eran los campeones de la mesa (de negociación), hoy votan en contra en el Congreso. Es Convergencia puro y duro", se lamentaron las mismas fuentes. "No tendremos un minuto de calma hasta que no ganemos las elecciones. Nos harán sudar sangre", zanjaron los de Oriol Junqueras.
El resultado de la votación se pareció al de la investidura de Pedro Sánchez, pero no fue idéntico. Coalición Canaria y el Partido Regionalista de Cantabria, que se opusieron a la investidura, esta vez votaron sí. Y el BNG, que entonces votó sí, esta vez se abstuvo.