Cerrar

Vuelve Artur Mas, el rehabilitado: se masca la tragedia en Junts per Catalunya

El expresidente de la Generalitat se pasea estos días por los medios de comunicación presentando su libro, mientras parte de los convergentes salivan con su vuelta como candidato electoral.

Artur Mas durante la promoción de su libro.

Publicado por
A.I.M.

Creado:

Actualizado:

Artur Mas está estos días hasta en la sopa. O hasta en la escudella catalana. El expresidente de la Generalitat, el hombre que prendió la mecha del procés, ha vuelto. Y se especula, incluso, con que pudiera ser el próximo candidato de un JxCat a la deriva y en caída en las encuestas.

El pasado 23 de febrero se cumplieron los 13 meses de inhabilitación para cargo público a los que había sido condenado por desobediencia. Ese día fue entrevistado en TV3 con todos los honores.

Mas ha emprendido una tournée mediática aprovechando la publicación de su libro, Cap fred, cor calent (cabeza fría, corazón caliente), en el que supuestamente cuenta los entresijos del procés pero en el que calla más de lo escribe.

La SER, La Vanguardia, La Sexta, el diario ARA, El Periódico... y para rematar este jueves presentó su libro en compañía de la periodista Mònica Terribas, que fue directora de TV3 durante su Presidencia. Como si Rosa María Mateo le hubiera presentado el libro a Pedro Sánchez, pero aquí no pasa nada.

Por supuesto en la presentación estuvieron la crème de la crème de las distintas familias y generaciones de Convergència, empezando por el padre político de todos: no podía faltar Jordi Pujol, el mismo día en que se conocía que Holanda ha encontrado dos cuentas vinculadas al clan que en el año 2015 tenían 26 millones de euros.

Mas se pasea estos días por los platós, las emisoras y las redacciones defendiendo que los partidos independentistas no tienen que renunciar al procés, sino que la Generalitat dé un paso lado y el que lo lidere sea el Consell per la República creado por Carles Puigdemont.

También dice que no tiene "ganas" de ser candidato, pero no cierra la puerta. Y es evidente que una buena parte de los convergentes ve al expresident como su salvador, como el único -en ausencia de Puigdemont- capaz de pegar un golpe al tablero político y ganar la batalla a Esquerra.

Él, de momento, se deja querer. Desde ERC ironizan con que si JxCat tiene que recurrir a su vieja gloria, es que están peor de lo que pensaban.