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Iglesias pierde los papeles y se encara con la bancada del PP: "Delincuentes"

El líder de Podemos lleva mal que le recuerden su pasado y las traiciones a sus promesas. Y en la sesión de control ha olvidado que ahora es vicepresidente del Gobierno.

Pablo Iglesias, este martes en el Senado.

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M.B

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A voces, con palabras gruesas y sin el más mínimo decoro parlamentario. Pablo Iglesias ha olvidado por momentos que ahora viste el traje de vicepresidente del Gobierno de España y ha provocado un rifirafe con tonos barriobajeros con el senador del PP, Asier Antona, durante la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Alta. Para acabar encarándose con toda la bancada de los populares.

De nuevo a vueltas con las "cloacas", el número tres del gabinete de Pedro Sánchez ha llamado "delincuentes" a los miembros del PP. Todo después de que Antona le haya preguntado sobre "cuáles son los objetivos más seguros e inteligentes de la Agenda 2030", antes de criticar su integración en la comisión del Ejecutivo que controla el CNI, y poner de manifiesto su "metamorfosis" en estos años.

El senador popular ha atribuido a Iglesias una "metamorfosis absolutamente envidiable" como la del protagonista del libro de Franz Fafka, que le ha llevado a pasar de "republicano a ministro de jornada", acompañando a la Reina en una entrega de premios, "de Vallecas a un chalet en Galapagar", o de limitar sus sueldos a "acabar" con eso, en relación a los cambios que ha propuesto para los estatutos de su partido.

"Ha pasado usted de ser espiado, a ser espía", ha denunciado Antona, antes de acusar a Iglesias de haberse convertido incluso en parte de esas "cloacas" que tanto denuncia, después de haber afirmado este fin de semana, en un acto de partido, que los implicados en esa trama, tanto en el plano político, como policial y mediático, deberían acabar "en la cárcel". "¿Le parece democrático que esté ahí?", ha preguntado.

Y el líder morado, con un tono poco institucional, ha acabado llamado "delincuentes" a todos los miembros de la bancada del PP.

"Señoría, en la sede de la soberanía popular quedó acreditado que ustedes mancharon el uniforme de nuestros policías para proteger a corruptos, y para crear unas cloacas que fabricaban noticias falsas para atacar a adversarios políticos. ¿Y sabe como hay que llamar a los que hacen eso con nuestras fuerzas de seguridad? Delincuentes", ha zanjado, causando un gran bronca en la bancada popular.