Rull revela a qué se dedican en la cárcel Junqueras y los presos y es alucinante

Josep Rull fue y es uno de los consejeros más cercanos a Puigdemont, por el que fue a la cárcel para cumplir su condena por sedición impuesta por el Tribunal Supremo. Bajo sus educados ademanes y su verbo tranquilo, se esconde uno de los más duros defensores del procés, del que no reniega ni renegará.

Por eso está en la cárcel, aunque no parece que allí esté sufriendo tanto como otras personas confinadas entre barrotes. Al menos eso se colige de la impresionante agenda de actividades que él mismo ha explicado en una entrevista en la radio catalana en la que revela cómo viven y a qué dedican el tiempo libre Junqueras y los otros seis presos del llamado procés.

Y hay anécdotas llamativas. Mucho. Por ejemplo, el propio Rull puede ver tranquilamente los partidos de fútbol del Barça en su propia "habitación", una celda de Lledoners donde no falta una pantalla amiga. Si esto es llamativo, mucho más lo es quién le ha facilitado la conexión: "Sor Lucía Caram", según parece en su calidad de miembro de una fundación humanitaria.

No es la única sorpresa y ni siquiera la más impactante. Rull también juega al ping pong y, de hecho, ganó un campeonato en prisión, que además ganó: "De los mejores amigos que he hecho en la prisión han estado jugando a ping-pong. Con un vietnamita, un nigeriano y un rumano".

También confiesa haber hecho amistad con un recluso inesperado: "Aquí hay un gitano que quiero mucho, en Rafa, y me explicaba muchas cosas de su madre que lo amaba y siempre decía que tenía que mirar el corazón de la gente".

Rull también hace teatro, en concreto un papel en "Los Miserables", a diferencia de otros de sus compañeros de los que también revela algunos secretos: "Jordi Turull es el rey de la bici y en Romeva es el profesor, siempre dice 'apretad' (...) Junqueras se sienta al lado de Cuixart. Yo desayuno con Jordi Turull. Primero hacíamos destino que era limpiar el comedor y te permitían tener un vis a vis más".

"Más movilizaciones"

En lo que no cambia, es en lo que piensa de su desafío ni de España, con algunas frases muy rotundas: "Tenemos que continuar con las movilizaciones en la calle y plantear una hoja de ruta unitaria y lejos de plazos imposibles".

Aunque, eso sí, deja un recado en el camino, sugiriendo que en el futuro el coste lo tendrían que asumir otros: Defiendo a ultranza que hicimos bien en llegar hasta el final, ahora sabemos qué hay detrás del muro, nuestra obligación es entregar esta cartografía a los que lo tienen que volver a intentar".