La esperpéntica autoentrevista de Delgado para esquivar las preguntas incómodas

Dolores Delgado ha concedido su primera entrevista ya como fiscal general del Estado. Pero, paradójicamente, en ella no habla de su salto del Ministerio de Justicia al Ministerio Público, ni de sus relaciones con el excomisario Villarejo, ni tampoco del polémico nombramiento de su número dos -que participó siendo fiscal en un mitin del PSOE-; ni, mucho menos, de los numerosos casos en los que ella tendrá que abstenerse como jefa de los fiscales por su pasado como miembro del gobierno de Pedro Sánchez.

Raro parece. Pero lo es menos si se tiene en cuenta que esta primera entrevista no tiene ni periodistas que le pregunten, ni entrevistadores que la repregunten. Delgado quería solamente hablar del 8-M y de feminismo así que la propia Fiscalía la ha entrevistado y ha empaquetado el resultados para darsela a los medios cocinada. Sin nada incómodo.

Así que Delgado, en su primera aparición, aboga por trabajar en una actualización del lenguaje jurídico para avanzar en igualdad y en la lucha contra la discriminación y la violencia contra las mujeres y exige un lenguaje "no sexista" en el ámbito jurídico porque el actual proviene de cuando las mujeres no contaban más allá del ámbito doméstico.

"La palabra concede a la persona la posibilidad de ser de una manera u otra, otorgando una identidad social o sumiéndola en la invisibilidad", explica Delgado, para añadir que el lenguaje jurídico" es complejo, "resultado del poso de un tiempo en el que las mujeres no contaban más allá del ámbito doméstico".

Pero de aquel "éxito asegurado" que ella respondió al comisario Villarejo cuando le habló de su club de alterne para sacar secretos de las cloacas, ni mú. No había nadie para preguntárselo.