El Gobierno confiesa sus chapuzas con el coronavirus y dispara el pánico

La crisis del coronavirus ha abierto quizá la brecha más grave en el Gobierno, no por las discrepancias en sí, que han sido muchas en las pocas semanas que lleva en funciones sino porque es el que afecta directamente a los ciudadanos.

Si las diferencias respecto a la Ley de Libertad Sexual o respecto al caso de José Couso, tienen un carácter más político, lo cierto es que una gestión errática del coronavirus sí que genera una alarma y un impacto social poco deseable, si lo que se quiere evitar es que el miedo se apodere de los ciudadanos.

Y más ahora que se han producido dos nuevos fallecimientos, un anciano que ha muerto en Valdemoro (Madrid) y otro en Zaragoza. El primero vivía en una residencia de ancianos en el que ya se registran 16 casos, incluyendo a trabajadores y usuarios. Cuatro de ellos están en la UCI, y otras cuatro personas de la localidad, pero ajenas al centro, han dado positivo, alcanzando ya la cifra de 300 afectados en toda España.

Por ello, el Gobierno de coalición se ha visto obligado a convocar la llamada comisión de seguimiento tras las últimas discrepancias y ante la evidente falta de coordinación entre carteras. Un reunión que se celebrará el próximo 12 de marzo y que pondrá encima de la mesa la torpe gestión de la crisis sanitaria, a pesar de que la vicepresidenta Carmen Calvo, principal protagonista en las desavenencias insista en que se convoca "porque tocaba".

Mientras tanto, el ministro Salvador Illa, ha dado un golpe encima de la mesa, después de que desde el ministerio de Trabajo lanzasen una guía para tratar la enfermedad en las empresas sin el conocimiento de Sanidad.

Illa asegura que el virus se encuentra en una fase ascendente en España

Así, Illa, que ya ha solicitado comparecer en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados ha dejado claro que es su departamento el que "va a ir indicando la progresión de las distintas fases de alerta sanitaria si procede", aunque ha insistido en que "de momento, no procede" ya que se encuentra en una fase de "contención" y que se conoce el foco de contagio de "prácticamente todos los casos detectados".

Por ello, ha asegurado el Gobierno no "contempla" que España pueda convertirse en un foco como Italia, pero tampoco ha podido descartarlo ya que el país se encuentra en una "fase ascendente" de nuevos casos y llegar al momento en el que el número empiece a descender "dependerá de muchas cosas".

Aún así, considera que "estamos en condiciones, si hacemos lo que tenemos que hacer, de contener la expansión del virus en España, según nos dicen los expertos. Pero evidentemente no podemos descartar ningún escenario. Si hay que tomar medidas diferentes las vamos a tomar y las vamos a comunicar a la población", ha expresado a los medios a su llegada a la reunión extraordinaria de ministros de Salud de la UE en Bruselas.

El responsable de Sanidad ha insistido en que "hay que reforzar todos los mecanismos de coordinación a nivel europeo". "Hay que tomarse en serio el Covid-19", ha señalado. "Vamos a dar el mensaje de reforzamiento de la coordinación de los Estados miembros", ha anticipado.

El PSOE ya reconoce la "falta de coordinación"

Algo que también habría que aplicar en el seno del propio Gobierno español, ya que desde que se abrió la brecha entre PSOE y Podemos, se ha intentado contener la existencia de discrepancias respecto a un tema tan sensible como el coronavirus. Incluso este mismo viernes la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, ha señalado que estas diferencias no son más que "ruido ambiental".

Sin embargo, sí que indicado que "hay cosas que mejorar como la coordinación", algo más que evidente a la vista de lo sucedido con la guía publicada por Trabajo y que a todas luces es más que exigible para evitar que la existencia de un gobierno errático no convierta en un caos una crisis sanitaria como la del coronavirus.