La rebelión ciudadana de Zaldíbar: vecinos se echan a la calle contra Urkullu
Los afectados por el derrumbe del vertido no quieren que el coronavirus tape el drama de las familias de Joaquín y Víctor, enterrados desde hace más de un mes entre escombros.
Una de las manifestaciones de este jueves por la catástrofe de Zaldíbar.
Al hartazgo y la indignación comienza a sumarse el pesimismo y una sensación generalizada: nadie se acuerda ya de que dos personas permanecen sepultadas desde hace un mes y seis días bajo toneladas de escombros tóxicos en el vertedero de Zaldíbar.
Las familias de Víctor Soraluze y Joaquín Beltrán exigen que no se olvide ni las tareas de rescate ni las responsabilidades políticas. Con el coronavirus, por si fuera poco, consumiendo todos los recursos públicos.
Por ello, vecinos de las localidades ubicadas en el entorno del vertedero de Zaldibar se han echado este jueves a la calle para exigir responsabilidades por el derrumbe de la escombrera el pasado 6 de febrero, sin que hasta la fecha hayan sido localizados los cuerpos de los dos trabajadores que quedaron sepultados bajo miles de toneladas de residuos.
La plataforma Zaldibar Argitu ha convocado movilizaciones para la jornada de este jueves en los cincos municipios del entorno del vertedero, en las localidades vizcaínas de Ermua, Zaldibar y Mallabia y las guipuzcoanas de Elgeta y Eibar, donde también ha llamado a secundar un paro entre las 12.00 y las 15.00 horas, que ha contado con el apoyo de varios sindicatos.
Eibar ha sido escenario de una manifestación con centenares de personas, que han recorrido las calles tras una pancarta en la que se leía Zaldibar argitu orain (aclarar ya Zaldibar). Trabajadores, salud, responsabilidades'.
Algunos manifestantes portaban carteles reivindicativos, alguno de ellos en demanda de la dimisión del consejero vasco de Medio Ambiente, el socialista Iñaki Arriola.
