Una eminencia médica saca los colores al Gobierno: "La pandemia era evitable"
Es médico, experto en infecciones, incluso está inmerso en la lucha contra el coronavirus, y lo ha dicho alto y claro, se ha llegado demasiado tarde.
Se llama Oriol Mitjá y es investigador de la Fundación Lucha contra el Sida. Ha estudiado virus y bacterias de todo tipo, desde una enfermedad tropical como el pian, hasta la sífilis y, por supuesto, ahora al coronavirus, en la búsqueda de un tratamiento contra la pandemia. Ha estudiado de cerca el COVID-19 y por ello asegura que todo esto "era evitable".
De hecho, este científico ha asegurado con rotundidad en una entrevista en El País que "ha habido falta de anticipación e incapacidad para hacer previsiones y predicciones epidemiológicas de una epidemia evitable. El no evitarla ha conllevado unas consecuencias en la salud pública y esa, en términos médicos, es la definición de negligencia".
Y es que, según sus estudios y sus proyecciones matemáticas, "nos dimos cuenta enseguida de que un solo caso en una localidad podía sembrar una epidemia y la llegada de tres casos era un riesgo de hasta el 60% de que hubiera un brote a nivel local. Cuando hay 20 o 30 casos, ya es imparable y hay que hacer estrategias de control más agresivas".
Además, ha puesto el acento en los mensajes que llegaban de las autoridades sanitarias, insistiendo en que "nos dijeron que era imposible que llegaran casos importados. Cuando llegaron, dijeron que no habría casos autóctonos. Y cuando fueron autóctonos, dijeron que se podían parar las cadenas de transmisión con herramientas de salud pública muy débiles, como el aislamiento de casos y contactos. Al final, la epidemia creció".
De esta manera ha explicado que el "mensaje de calma ha sido perjudicial para hacer una planificación adecuada" ya que "para poder sobreponerte a una epidemia de estas características necesitas ir por delante de la epidemia. Parece que siempre hayamos ido a rastras, por detrás".
Exige que se depuren responsabilidades
Sin embargo, una vez que ya es tarde para evitar ese escenario, Oriol Mitjà, propone medidas aún más restrictivas para intentar parar la cadena de transmisión del virus, como "parar todo el transporte público" e incluso "parar todo el trabajo, aunque sea un esfuerzo económico, merece la pena hacer el sacrificio ahora para no prolongar la agonía.".
Aún así es consciente de que el virus seguirá estando entre nosotros, pero "se puede hacer un plan de sostenibilidad, con capacidad para identificar rápido los brotes y potenciar el uso de pruebas diagnósticas por si hay algún rebrote y detectarlo pronto".
Pero desde su punto de vista, esta "negligencia" exige depurar responsabilidades puesto que "es necesario que haya un recambio en las personas que están dirigiendo esta crisis y un nuevo plan de acción, en el que nadie tenga miedo a actuar o a ejecutar acciones". "Es mejor cambiar de médico mientras estamos a tiempo y no lamentarse cuando no haya solución" ha concluido.