El "hospital milagro" de Ifema devuelve el optimismo a Madrid: "Venceremos"
Wuhan construía hospitales en diez días; Madrid, en dos, con ayuda del Ejército. Con capacidad hasta para 5.500 enfermos, se ha convertido en la mejor "marca España" en medio del drama.
En enero la ciudad china de Wuhan, epicentro del coronavirus, sorprendió al mundo con las imágenes de miles de operarios trabajando a destajo para levantar en solo días once hospitales provisionales para los enfermos del Covid-19. En unos casos las autoridades chinas aprovecharon infraestructuras existentes, como un polideportivo y un centro de exposiciones. En otros partieron de cero.
El mayor, construido en solo diez días, tenía 1.000 camas. Ahora España ha superado esa triste proeza construyendo uno en apenas un fin de semana y que en breve contará con capacidad para 1.300 contagiados, más que ninguno otro en todo el país. De momento para enfermos leves, pero una vez que lleguen los equipos de ventilación podrán atender también a los graves y a los críticos.
Lo mejor es la versatilidad que ofrece: de momento se ha empezado por acondicionar el pabellón 5; después irán el 7 y el 9; y si son necesarios más, pues más. Irán sumando camas de 200 en 200 cada día, ésa es la previsión. Hasta llegar a las 5.500 si es necesario. Para el personal sanitario y voluntario el Gobierno ya ha puesto en marcha autobuses lanzadera gratuitos hasta la puerta.
En medio de los tira y aflojas entre el Gobierno de Pedro Sánchez y algunas comunidades autónomas por el material sanitario y las medidas de confinamiento, la historia del hospital de campaña habilitado en Ifema (la Institución Ferial de Madrid) es el vivo ejemplo de que la coordinación no solo es deseable; sino sobre todo beneficiosa.
El viernes a primera hora de la tarde se produjo la primera reunión entre la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Sanidad, el de Defensa e Ifema. Cuatro horas más tarde empezaron los trabajos de acondicionamiento; 48 horas después, el domingo, ya habían llegado los primeros 126 pacientes. A esta hora, incluso, ya hay un primer alta de un joven.
Personal sanitario del hospital de campaña celebra con aplausos el primer alta.
Entre medias ha habido un trabajo titánico del personal de Ifema y del Ejército y la Unidad Militar de Emergencias. En realidad la UME ya se encontraba en Ifema desde la semana anterior, habilitando un pabellón para decenas de personas sin hogar. Aunque este segundo reto era mucho mayor.
"Esto es un angar, no un hospital", recordó este lunes su nuevo director, el doctor Antonio Zapatero, y a renglón seguido explicó que hay que organizar circuitos de oxígeno, aparatos de radiología, controles de enfermería, laboratorio... "Tenemos que ir poco a poco aunque tengamos espacio. Entiendo la prisa, pero nos tenemos que asegurar de que esté organizado de la forma más segura posible".
Todas las partes implicadas destacan en todo este proceso la labor del consejero de Sanidad madrileño y mano derecha de Isabel Díaz Ayuso en la gestión de esta crisis, Enrique Ruiz Escudero, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Esta última siempre destacó y defendió la labor humanitaria de las Fuerzas Armadas y en estas circunstancias se lo ha mostrado al mundo con creces. Máxime teniendo en cuenta que en Defensa trabajan con la hipótesis de que este modelo de hospital de campaña tendrá que ser reproducido en otras ciudades a medida que avance el número de hospitalizados.
A eso se refirió este lunes la ministra Robles cuando visitó Ifema en compañía del titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, del consejero madrileño de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida: "Los ciudadanos deben saber que "cuentan con las Fuerzas Armadas en cualquier sitio de España donde hagan falta", proclamó.
Por su parte, el alcalde de la capital señaló: "Todos unidos venceremos y saldremos lo antes posible de esta situación". La experiencia de Ifema está resultando tan positiva ya que en Asturias están replicando el modelo (a menor escala) junto a los hospitales de Oviedo, Gijón y Avilés, también con ayuda del Ejército. Y la cifra irá creciendo.