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El más radical fundador de Podemos delata sus plantes para acabar con Felipe VI

El eurodiputado de la corriente anticapitalista de Podemos firma un contundente artículo que demuestra las verdaderas intenciones de la formación morada: acabar con la monarquía.

Miguel Urban, junto al Rey Felipe VI

Publicado por
Andrea Jiménez

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El sector más radical que formaba parte de Unidas Podemos, los anticapitalistas, encabezados por Miguel Urban tienen en un punto de mira a Felipe VI. Por ello, el eurodiputado ha publicado un artículo en el que pide a los ciudadanos, sin tapujos, acabar con la monarquía después de lo que ha considerado como "el enésimo capítulo del Hundimiento Real".

Urban compara en un artículo en Cuarto Poder el escabroso asunto con "una serie, financiada con dinero público, con la que desde hace años nos deleita la familia borbónica". De esta manara, asegura que "esta temporada ha empezado fuerte: la malvada fundación offshore Lucum ha resultado ser una tapadera donde el monarca emérito Juan Carlos I atesoraba 100 millones de euros procedentes de supuestas comisiones ilegales de Arabia Saudí".

Además, ha aprovechado para señalar directamente a Felipe VI ya que la noticia ha supuesto, a su parecer "un giro de guion nada original que, según parece, los productores de la serie tenían ya escrito hace año y medio, que es cuando desde Zarzuela le pasó el libreto a Moncloa. ¿Por qué no supimos nada de esto en las temporadas anteriores? Porque el apagón informativo sobre la Cosa Real y sus chanchullos son manual de estilo entre la prensa española".

Aún así, ha querido dejar "símiles seriéfilos aparte, que para eso ya están Los Soprano" y ha puesto el acento en que "lo que resulta quizá más paradigmático del momento “real” es cómo está intentando gestionar la crisis la propia Casa Real".

De hecho, considera que la decisión de Felipe VI de retirar la asignación a su padre no es más que "un cortafuego para intentar frenar el caudal de barro que caía en plena crisis sanitaria. Los hospitales buscando financiación debajo de las piedras y los Borbones con los maletines a rebosar en cada paraíso fiscal".

Así, en el artículo Urban señala que la estrategia consiste en "matar al padre para intentar exonerar al hijo y salvar de paso a la institución. Aunque al precio de reconocer implícitamente los presuntos delitos de los que se acusa a Juan Carlos y dejar muchas preguntas abiertas con obscenas respuestas implícitas".

"El pueblo sabe quién es parte de la solución y quién parte de la gangrena"

Además, recalca que "la renuncia a la herencia real es legalmente improbable y tiene más de fuego de artificio que de realidad, el anuncio fue alabado de forma unánime por los principales medios de comunicación españoles. Por enésima vez, cerraron filas acríticamente con la institución monárquica desde sus editoriales y tribunas".

Junto a ello, ha insistido en que el discurso de Felipe VI, no sólo fue ignorado por los españoles, sino que "llegó acompañada de un multitudinario y confinado coro de cacerolas desde los mismos balcones que cada noche aplauden a las y los trabajadores públicos. Solo el pueblo salva al pueblo y sabe quién es parte de la solución y quién parte de la gangrena".

De hecho, considera que "con sus altibajos, subidones folclóricos y escándalos como este último, la falta de legitimidad de la monarquía es una constante desde su restauración por obra y gracia de Franco. Una institución que ni entonces ni desde entonces se ha sometido a consulta alguna o refrendo popular, a pesar de las presiones internacionales por realizarla".

Su impunidad anacrónica se ha vuelto injustificable"

Así, sentencia que "no hay justificación mediática, social o política que sostenga esta monarquía corrupta de los pies a la cabeza", por lo que insiste en que "el guion de escándalos, parasitismo e irresponsable impunidad anacrónica se ha vuelto tan repetitivo como injustificable".

Por ello, hace un llamamiento a que los españoles se pongan en contra de la monarquía ya que "si tomamos partido, entre todas resolveremos de una vez por todas este remake tardo-medieval en clave democrática y a favor de la “res publica”.