La pandemia se relaja aunque las cifras de muertos siguen siendo espeluznantes

Las cifras facilitadas por Sanidad este lunes siguen siendo terribles. Ya se han superado los 13.000 fallecidos, pero parece que el incremento diario sigue reduciéndose ya que 637 personas ha perdido la vida, el dato más bajo de los últimos 13 días.

De esta manera, según ha informado el Ministerio de Sanidad, España registra 135.032 casos y 13.055 fallecimientos, mientras que los pacientes ingresados en UCI. son 6.931, y las personas que se han curado ascienden ya a 40.437.

Así, María José Sierra, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias ha explicado que en base a estas cifras el incremento en el número de casos es de un 3%, confirmando una "tendencia descendente que vamos observando" prácticamente todas las comunidades autónomas. Un descenso de los casos que no es más que el reflejo de que las medidas de confinamiento están funcionando y que si se hubieran tomado mucho antes, las cifras podrían haberse mitigado.

Por su parte, la doctora Sierra asegura que la estrategia de vigilancia hasta ahora se ha centrado en pacientes graves y en personal sanitario pero esto variará para centrarse en "la detección precoz de los casos", lo que permitirá "aislarlo".

Más pruebas diagnósticas

Una estrategia que siempre ha sido la recomendada por las autoridades sanitarias internacionales que han abogado por realizar pruebas para evitar la propagación del virus y que fue seguida por Corea del Sur, con un éxito notable.

Sin embargo, la ausencia de material para realizar pruebas masivas a toda la población ha sido uno de los principales escollos en la gestión de la crisis, por lo que ahora, Sierra ha asegurado que "vamos a producir muchas más PCR y queremos que haya más capacidad".

Y precisamente esa falta de material diagnóstico, además del de protección, ha sido el causante de que ya hayan dado positivo 19.400 profesionales sanitarios, de los que alrededor del 20 % ya han sido dados de alta. Aún así, sigue siendo una cifra escandalosa que deja en evidencia cómo los profesionales han quedado desprotegidos ante una pandemia que parece descender.