Sánchez monta una reunión trampa a Casado pero se va a llevar una sorpresa

No daban crédito en Génova 13 cuando este martes escucharon a la ministra portavoz, María Jesús Montero, convocar a Pablo Casado a un encuentro bilateral con Pedro Sánchez sin que éste antes hubiera tenido la cortesía de llamar al líder de la oposición.

Llovía sobre mojado en la sede del PP, porque los populares creyeron haberlo visto todo cuando el jueves pasado el presidente pidió reiteradamente a Casado "unidad y lealtad" en el Congreso y tres horas después, desde el mismo atril, Adriana Lastra atacó sin piedad al PP.

De hecho hay en la dirección del PP quienes, después de atar cabos, sospechan que Sánchez está buscando sacar a Casado de sus casillas y que sea él quien dinamite los -pocos- puentes con Moncloa en mitad de una crisis sanitaria y económica que según el FMI hará que el PIB caiga este año ocho punto. Es, otra vez, el famoso relato.

Casado en videoconferencia con el líder de la UGT.

Sea ése el motivo de la descortesía del presidente al líder de la oposición o una simple muestra de su personalidad, Casado sigue teniendo previsto reunirse con el socialista, aunque la fecha se acordará "de forma conjunta", según matizan fuentes del PP. Pero solo para escuchar al líder del Ejecutivo.

Y lo hará sabiendo, dicen en su equipo, que Sánchez no quiere pactar con él sino hacerle una "envolvente" que termine con un titular parecido a éste: Sánchez aprueba los Presupuestos de 2021 gracias al apoyo del PP.

Ya lo ha dicho el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que nunca da puntada sin hilo: la llave y la clave del futuro político de España y del Gobierno está en los Presupuestos, no en unos nuevos Pactos de la Moncloa. “Si no se aprueban, nos abocarán a una crisis gubernamental y posiblemente a unas elecciones”, según Esteban.

Y lo que ya se divisa en el horizonte, necesariamente, son unos Presupuestos de 2021 de economía de guerra, una vez que la crisis enseñe sus fauces: caída brutal de la recaudación de impuestos, de las cotizaciones a la Seguridad Social y del consumo y aumento enorme del gasto en ayudas y subsidios. Porque por más que la vicepresidenta Nadia Calviño siga empeñada en que esta crisis tendrá forma de V, cada vez más analistas la contradicen.

En principio el presidente de los populares no tiene intención de hacer una contraoferta al socialista cuando hablen, por más que este lunes la FAES de José María Aznar recomendara a Casado desde un editorial que se abra a un pacto con Sánchez siempre y cuando éste rompa el Gobierno con Unidas Podemos como condición sine qua non.

El think tank conservador no lo mencionaba expresamente, pero entre líneas hay alusiones a ese gobierno de concentración que algunos invocaron tras las elecciones generales de abril y de noviembre. La propia Cayetana Álvarez de Toledo fue una firme defensora de esa opción incluso después del famoso pacto del abrazo entre Sánchez e Iglesias.

No está en ésas Casado, al menos no de momento. Y de hecho este martes propuso a Sánchez un plan de choque sobre material sanitario y ayudas y enfrió la posibilidad de otros acuerdos. "Tiempo habrá", zanjó.