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Sánchez responsabiliza de antemano a los españoles por si su plan fracasa

El presidente del Gobierno no ha reconocido ni un error en seis semanas de estado de alarma y ahora apela a la "disciplina social" para que su hoja de ruta no acabe provocando un rebrote.

El Consejo de Ministros de este martes.

Publicado por
A.I.M.

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De la guerra a la transición y de la transición a la "nueva normalidad". El Consejo de Ministros aprobó este martes su Plan para la transición hacia una nueva normalidad no sin debate (fueron cinco horas de reunión), en base a cuatro parámetros: será gradual en cuatro fases, asimétrica por provincias y coordinada con las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

El propio Pedro Sánchez compareció en rueda de prensa durante casi una hora y media, despojando ya sí a esta transición de cualquier liturgia bélica, para dar las líneas generales de cada una de las fases y cargar sobre los hombres de la ciudadanía la responsabilidad de que su plan funcione o sea fracaso. Plan que, según reconoció, no tiene "un calendario cerrado" más allá de que si todo va bien a finales de junio habrá terminado la transición.

"El protagonista de esta etapa de desescalada son los ciudadanos, todos y cada uno de nosotros", empezó diciendo. Para después apelar a la "responsabilidad y disciplina social" e insistir en que "cualquier conducta irresponsable perjudica a la sociedad". "La sociedad española es adulta", sostuvo.

Sánchez llegó incluso a elogiar a la policía del balcón; a quienes el pasado domingo se lanzaron a las redes sociales a recriminar a algunos padres que no cumplieran las recomendaciones en la primera salida con los niños. Y celebró que hubiera habido varios "hashtags" al respecto, pese a que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, había reconocido un día antes que el grado de obediencia había sido del "99%".

En estas más de seis semanas de estado de alarma, el presidente del Gobierno no ha hecho una sola autocrítica por no haber atendido las recomendaciones de la OMS desde el 30 de enero ni tampoco en relación a su gestión de la crisis. Cargó toda la culpa sobre el Covid-19 -"el único enemigo es el virus", reiteró el sábado- y ahora carga la responsabilidad sobre los ciudadanos. Al tiempo que pide "apoyo" a las comunidades, ayuntamientos y a la oposición.

Entre todos ellos no tardaron en surgir las dudas sobre la solidez de un plan en el que, según el socialista, el Ejecutivo lleva semanas trabajando y para el que ha contado con opiniones diversas, no solo de la comunidad científica. "Imprecisiones. No hay plan", resumió el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en Twitter.

Dudas por la falta de concreción de las cuatro fases, y también de regulación. De hecho comunidades como Cataluña y Galicia habían pedido al Gobierno que estableciera tramos horarios para las salidas para hacer deporte y pasear a los niños, pero el plan del Gobierno no lo contempla.

Si bien es cierto que el Ejecutivo últimamente acostumbra a dejar sorpresas para el BOE, como lo fue su decisión de tomar el control de las clínicas y laboratorios privados y prohibirles hacer el test a todo aquel a quien no se lo hubiera prescrito un facultativo.

De hecho el documento que envió la Secretaría de Estado de Comunicación tras la comparecencia del presidente remacha, textualmente: "Este cronograma es orientativo y no tiene carácter exhaustivo. Las decisiones y fechas concretas sobre el efectivo levantamiento de toda limitación establecida durante el estado de alarma se determinarán a través de los correspondientes instrumentos jurídicos". .

El presidente del Gobierno obvió cualquier alusión a la importancia de los test masivos en esta nueva etapa. No en vano horas antes Fernando Simón dio un giro copernicano y sostuvo que los test masivos no se recomiendan para toda la población, sino más bien para "grupos concretos".

Ello después de que se descubriera que el Gabinete de la Presidencia del Gobierno había inflado la cifra de test para escalar posiciones en el ranking de la OCDE, hasta la octava posición. Aunque este martes la OCDE produjo a corregir los datos y descender a España hasta la decimoséptima, durante su comparecencia el presidente volvió a presumir de esa octava posición. E incluso se colgó otra medalla, la de ser quintos en un estudio de la Universidad Johns Hopkins.

Sánchez anunció por último que pedirá una nueva prórroga del estado de alarma cuando venza la actual, pero no aclaró si seguirá pidiendo sucesivas hasta finales de junio, que es cuando esta fase de transición debería estar acabada.

Y como ya viene siendo habitual en él, tampoco en esta ocasión ha negociado los apoyos para esa prórroga, teniendo en cuenta que cada vez que el Congreso vota una nueva, ésta tiene menos apoyos que la anterior.

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