La lección de los guardias civiles al diputado de Bildu que tiró de su móvil vip
De dos hechos sucedidos este mismo jueves se deduce que al ministro Marlaska le produce mucha más simpatía un conmilitón de Arnaldo Otegui que un expresidente del Gobierno.
En las últimas horas, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dado dos telefonazos. Uno para dar luz verde a la multa al expresidente Mariano Rajoy por saltarse el confinamiento y otro para mediar ante la Guardia Civil por el diputado de Bildu, Jon Iñarritu.
Es verdad que entre ambos hay otra diferencia: que se sepa Rajoy no ha pedido ayuda aprovechando sus contactos mientras que el compañero de filas de Arnaldo Otegui tiró, en minutos, de su agenda vip del teléfono móvil.
La Asociación de Guardias Civiles, APROGC, ha criticado que el diputado Iñarritu, no haya seguido el cauce previsto en la legislación española cuando alguien es sancionado con una multa y que recurriese directamente al Ministerio del Interior, tras el incidente que tuvo en la noche de este jueves en un control de la Guardia Civil cuando regresaba al País Vasco tras acudir al Congreso de los Diputados al pleno y las comisiones de esta semana.
"Excmo. Sr. Diputado del Congreso de España: las ilegalidades se informan ante la Autoridad Judicial o en el trámite de alegaciones del expediente sancionador. Llamar por teléfono un representante del poder legislativo, como es su señoría, al del Ejecutivo es otra cosa", le ha recordado la asociación al parlamentario batasuno.
La Guardia Civil paró este jueves a Iñarritu cuando regresaba en coche desde Madrid al País Vasco e iba a sancionarle por saltarse las limitaciones de movimiento del estado de alarma. Sin embargo, tras la mediación de altos cargos de Interior, la multa finalmente no se tramitó. También se interesó por lo suyo la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.