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Diez señales inequívocas de que a Sánchez se le está poniendo cara de Zapatero

Conforme suenan las trompetas de un rescate para España aumentan, asimismo, las dudas sobre si el autor del "Manual de resistencia" sobrevivirá a esta crisis. El PSOE repite su historia.

Sánchez y Zapatero.

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Alguien tan poco sospechoso de estar alineado con el PP como lo es José Carlos Díez, economista de cabecera del PSOE en los tiempos de la gestora del partido (y afín a Susana Díaz, por tanto), escribió este jueves en su cuenta de Twitter: "Es el momento de decir la verdad a la gente: no tenemos dinero para todo, hay que priorizar gastos y reconocer que habrán recortes. Cuanto antes lo hagamos, más suave será la caída".

Cada vez más de sus colegas auguran que España se encamina, irremediablemente, hacia un rescate, aunque este viernes ni la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ni la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quisieran responder a la gran pregunta durante la presentación de las nuevas previsiones enviadas por el Gobierno de España a la UE.

El coronavirus ha hecho saltar por los aires toda la hoja de ruta de Pedro Sánchez para una legislatura que acababa de arrancar a muy duras penas. La carroza de Moncloa se convirtió en calabaza de la noche a la mañana. Y en los mentideros políticos y económicos cada vez son más los que dan por amortizado a un presidente rehén de Pablo Iglesias y sobreendeudado.

El autor del Manual de resistencia solo conseguirá sobrevivir si consigue sacar adelante los Presupuestos de 2021, puesto que para el resto de este año seguirán en vigor los de Cristóbal Montoro de 2018.

¿El problema? Deberán ser unas cuentas públicas con recortes (el dinero prestado hay que devolverlo, es evidente) y bajo la tutela de la Unión Europea. Unidas Podemos no va a pasar por ese aro y tampoco Pablo Casado estará disponible para Sánchez entonces.

¿Será capaz de sobrevivir a ésta el autor de Manual de resistencia?

En el PP y en el PNV, sotto voce, hay quienes ya dan al presidente por amortizado; o, cuanto menos, ven amplias similitudes entre él y el José Luis Rodríguez Zapatero de la segunda legislatura, al que la crisis acabó abrasando.

1. Sánchez lleva semanas proclamando a los cuatro vientos que no va a dejar "a nadie atrás". La cantinela resulta familiar porque también Zapatero decía a finales de 2008: "Nadie quedará a su suerte ante el drama del desempleo. El Gobierno estará allí porque entre mis prioridades está que no haya ni una sola familia que esté en una situación de grave preocupación o angustia por la pérdida de trabajo".

2. Este viernes Calviño y Montero negaron que vayan a recortar los sueldos de los funcionarios o las plantillas de trabajadores de la administración. También Zapatero lo negó hasta la extenuación, hasta que de un año a otro bajó el sueldo a los funcionarios y redujo en un 70% la oferta de empleo público.

Nadia Calviño y María Jesús Montero.

3. La vicepresidenta económica vaticinó para este 2020 un paro del 19%. En 2009 el entonces presidente socialista tuvo que lidiar con uno del 18,8%.

4. Sánchez está intentando embridar la crisis aumentando el gasto en prestaciones sociales y ayudas e intentando inyectar liquidez en la economía (vía préstamos avalados por el ICO). En los primeros compases de la anterior crisis también Zapatero optó por gastar más mediante el famoso Plan E, que resultó un fiasco absoluto (según los informes del Banco de España y del Tribunal de Cuentas): el Gobierno destinó más de 13.000 millones de euros a este plan para estimular el empleo y crear nuevos puestos de trabajo que solo sirvió como sumidero del dinero público.

Como en 2009, en los planes del Gobierno hay una subida de impuestos

5. En paralelo, el Gobierno de coalición ya barrunta una subida de impuestos y tal vez la creación de alguno nuevo, algo parecido a la tasa Covid que pedía Íñigo Errejón hace unas semanas en el Congreso. En el verano de 2009 Zapatero anunció "una subida de impuestos limitada y temporal". Nueve meses después prometió uno para las "grandes fortunas".

6. Aunque cada vez con menos convencimiento, la vicepresidenta Calviño aún sostiene que la recuperación de esta crisis será en V. Aunque ahora ya añade la coletilla de "V asimétrica". En mayo de 2009, cuando lo peor de la anterior crisis estaba por llegar, la entonces vicepresidenta económica, Elena Salgado, anunció los famosos "brotes verdes".

7. Más similitudes. El Gobierno de Sánchez ha intentado colársela a Eurostat (la oficina estadística de la UE), que la semana pasada corrigió la cifra de déficit público al cierre de 2019 anunciada por España. Según Hacienda era el 2,64% del PIB. Según Eurostat, el 2,82%, más de 2.300 millones de euros más, originados por los famosos viernes sociales.

En su día, lo del Ejecutivo de Zapatero fue aún más descarado: intentó barrer bajo la alfombra 2,5 puntos del PIB de déficit público, del 6% oficial al 8,5% real. Casi nada.

Siguiendo la estela de Zapatero, también Sánchez envió a la UE un déficit irreal

8. Sánchez invoca un pacto para la reconstrucción en el que pretende (aunque cada vez con menos ahínco) involucrar a la oposición, las comunidades y los agentes sociales. También Zapatero en el invierno de 2010 convocó a todos esos actores a un pacto de Estado para salvar el país.

9. Casado se queja de que el presidente no le llama y que de todo se entera por sus comparecencias ante la prensa o por el BOE. Lo mismo le pasaba a Mariano Rajoy, al que Zapatero dejó de citar en Moncloa y solo llamaba de ciento en viento.

10. Cuando estalló la crisis Zapatero estaba convencido de que Rajoy solo estaba esperando a que cayera para ponerse él. También Sánchez piensa firmemente que la única mano que va a echarle Casado es al cuello.

Hay, no obstante, dos diferencias abismales entre uno y otro presidente socialista. A Zapatero la crisis le pilló al final de su obra y a Sánchez le ha cogido al comienzo. El uno al menos tenía un Gobierno enteramente suyo y el otro depende de Iglesias.

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