Cerrar

Casado deja KO a Sánchez por su gestión suicida de la epidemia: "Curandero"

El líder del PP desmonta a Sánchez con un repaso legal y documental que demuestra la cadena de negligencias y errores y sus catastróficas consecuencias.

Pablo Casado, presidente del PP, en el Congreso

Publicado por
Javier Rodríguez

Creado:

Actualizado:

El PP se ha abstenido y España vivirá hasta finales de mes otra prórroga del Estado de Alarma, al entender que Sánchez aceptaba al menos desvincular las ayudas y los ERTEs de esa herramienta excepcional. Pero lo ha hecho escenificando un camino sin retorno que promete una larga resaca política, institucional y quizá judicial cuando la pandemia afloje.

Todo se resume en la palabra con que Pablo Casado, en uno de los discursos más contundentes escuchados tal vez nunca en el Congreso, calificó a Pedro Sánchez: "Curandero". De ese término pendió un discurso hilado, con munición de calibre para desmontar el relato del Gobierno, que no reconoce la especial mortalidad de España, sitúa su virulencia en términos similares a los del resto de Europa y considera inevitable "congelar" temporalmente la democracia para "salvar vidas" con el Estado de Alarma.

Casado entró al cuerpo a cuerpo de cada uno de sus hitos para desmembrarlos. Enumeró todas las leyes, desde la de Salud Pública hasta la de Seguridad Ciudadana o la General de Sanidad, que tendrían el mismo efecto de contención sanitaria sin necesidad de restringir libertades ni invadir hasta el último recodo del Estado de Derecho.

La mortandad de España

Siguió con los orígenes de la pandemia, con un durísimo alegato que recordó "las mentiras y los engaños sobre las causas", con una frase definitiva: "España tiene el mayor número de muertes por habitante del mundo. Porque ustedes ocultaban alertas y exponían a miles de personas a contagios el 8M", dijo en referencia a la indiferencia con que el Gobierno tramitó los decenas de avisos internacionales recibidos entre enero y mediados de marzo, cuando al fina reaccionó con el contagio ya extendido por toda España".

Y terminó de hundirle al refrescar las consecuencias económicas de un desastre en la gestión que intenta tapar con "retórica bélica" que parece "un chiste de Gila", repasando además todas las "excusas" que había dado hasta ahora para intentar justificar los estragos en vidas humanas y péridas económicas para el país: primero fueron "los abrazos", luego que otros países, en referencia a Portugal, están "más al oeste" y finalmente, "que tenemos más viajeros, cuando algunas de las Comunidades menos dañas viven del turismo".

Pese a todo, ordenó la abstención del PP, pero será la última. Si Sánchez vuelve al Congreso a pedir otra prórroga más, el no de los populares se da por seguro.