El aspecto demacrado de Carmen Calvo tras el 8M y el coronavirus causa estupor
La vicepresidenta reapareció este miércoles en el Congreso muy cambiada y se pasó todo el debate recostada en su escaño y tapada con un chal. Las imágenes han dado la vuelta al país.
La reaparición de Carmen Calvo en la escena pública después de mes y medio no ha contribuido precisamente a despejar todos los rumores sobre el estado de salud de la vicepresidenta que han corrido durante semanas. Más bien al contrario, ha provocado desasosiego.
Calvo languideció en su escaño durante todo el debate de la cuarta prórroga del estado de alarma, arropada hasta el cuello con una especie de chal y pertrechada con una mascarilla. Su aspecto no era precisamente saludable.
Cabe recordar que la número dos de Pedro Sánchez ingresó en la Clínica Ruber el 23 de marzo y que el Gobierno tardó varios días en que esa "insuficiencia respiratoria" de la que estaba aquejada era, en realidad, coronavirus.
El 14 de abril, después de una larga ausencia, anunció en Twitter que estaba recuperada y que se incorporaba a sus labores de despacho, aunque en su mensaje omitió cualquier alusión a la Sanidad privada en la que se había tratado:
Sin embargo siguió sin comparecer públicamente, ni en el Congreso ni en las (muchas) ruedas de prensa de La Moncloa. Hasta que el pasado viernes el Gobierno distribuyó una fotografía en la que también ella participaba en una reunión del comité técnico.
Se sabe, no obstante, que entre el lunes y el martes estuvo haciendo llamadas para salvar la cuarta prórroga del estado de alarma.