El juez de Podemos coquetea con la broma de bombardear el Madrid de "los pijos"

El juez Joaquim Bosch, cercano a las tesis de la izquierda representada por Podemos, ha utilizado el franquismo y un tono 'guerracivilista' para criticar las protestas que se están produciendo en Madrid contra el Gobierno de Sánchez y ha señalado que "igual que el barrio de Salamanca no podía ser bombardeado, tampoco podían ser cuestionadas las prerrogativas de nuestras élites económicas. Ni en la dictadura, ni con posterioridad".

De hecho, en un artículo en El diario, ha asegurado que "la protesta de la calle Núñez de Balboa está llena de contrastes y de historia", puesto que "durante la guerra los aviones franquistas arrasaron buena parte de los distritos de Madrid, pero recibieron órdenes expresas de no bombardear el barrio de Salamanca".

Incluso asegura que "los acaudalados que habían respaldado y financiado el golpe militar pudieron regresar a sus inmuebles intactos, mientras el resto de la ciudad tuvo que afrontar una muy ardua reconstrucción".

De esta manera argumenta que "ese apoyo de los más ricos al dictador fue generosamente recompensado con todo tipo de prebendas, adjudicaciones, concesiones y chanchullos, en el marco de la corrupción estructural del régimen".

Junto a ello, explica que "tras la muerte de Franco, la Transición implicó una apertura en lo político, que posibilitó la entrada en las instituciones de partidos democráticos. En cambio, la continuidad de las élites económicas fue absoluta, más allá de permitir algunas incorporaciones interesadas para mantener su influencia, a través del mecanismo de las puertas giratorias".

Así, insiste en que hoy en día,"igual que el barrio de Salamanca no podía ser bombardeado, tampoco podían ser cuestionadas las prerrogativas de nuestras élites económicas. Ni en la dictadura, ni con posterioridad. Por eso se mantuvo esencialmente una estructura tributaria que en la práctica supone que las grandes empresas y las grandes fortunas del país apenas paguen impuestos, a diferencia de sus equivalentes en los principales países europeos".

El juez cree que las protestas reflejan egoísmo, falta de liderazgo moral y de empatía

De esta manera considera que las protestas que se producen en la calle no sus una legítima crítica al Gobierno, sino que representan "el egoísmo de clase, la falta de liderazgo moral y la ausencia de empatía hacia los distintos sectores sociales se ha evidenciado sobre todo en situaciones difíciles".

De hecho, cree que parte de la sociedad ha percibido "insolidaridad, clasismo, prepotencia, frivolidad irresponsable, carencia de valores comunitarios, soberbia de casta intocable o desprecio por las normas sanitarias. No puede sorprender que haya percibido ese sentimiento arrogante de quienes se creen por encima de las leyes y del sentido común".

Y es que, a su juicio, los que se manifiestan no lo hacen por la mala gestión de Sánchez, que ha colocado a España a la cabeza de los países con más muertos por corornavirus y una crisis económica sin precedentes, sino porque "está en juego si nuestras élites económicas amarran o no sus privilegios".

De hecho, vaticina que "el conflicto puede ser muy intenso, porque la experiencia les ha enseñado que la mejor defensa es un buen ataque. Y el áspero debate colectivo que se avecina no será ninguna diversión", puesto que "es una regla humana que nadie renuncia a sus privilegios sin oponer resistencia".