A Lastra se le atragantan las caceroladas al PSOE y recibe de su propia medicina
Al PSOE, el "jarabe democrático" que tanto le gustaba recetar a la izquierda contra el PP, se le está haciendo muy agrio ahora que lo tiene que beber él. Pero la hemeroteca pasa factura.
El PSOE está recibiendo, literalmente, de su propia medicina. Tan laxo y comprensivo con los escraches sufridos en su día por el PP o, más recientemente, por Ciudadanos; ahora se le atraganta el famoso jarabe democrático.
El hartazgo ciudadano con la gestión de Pedro Sánchez sobre el coronavirus y su pretendido caudillismo a lomos de un estado de alarma inacabable, ha acabado agotando la paciencia de muchos españoles.
Así que algunos de ellos, en defensa de la libertad de manifestación y expresión que los socialistas antaño tanto defendían, se han ido a protestar ante la sede de Ferraz o los domicilios de algunos ministros.
El escrache que un reducido grupo de manifestantes ha protagonizado este lunes frente a la residencia del ministro de Transportes y número tres del PSOE, José Luis Ábalos, ha hecho estallar a la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra.
Hasta el punto de que, guardando en un cajón su propia doctrina anterior, Lastra ha acusado a los pacíficos manifestantes de "acosar e intimidar".
Pero la hemeroreca le ha jugado una mala pasada a Lastra por desmemoriada. Y ha recibido de su propia medicina cuando le han recordado lo que ella misma decía cuando los dirigentes de Cs fueron expulsados de la manifestación del 8-M. "Es una sobreactuación", decía ella...
En defensa de Ábalos ha salido también el portavoz de Podemos, Pablo Echenique, que ha exigido a las autoridades que actúen para evitar concentraciones como la que tuvo lugar frente a la vivienda del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, porque "una cosa es el derecho de manifestación" y los escraches de "gente humilde a la que le han quitado la casa", y "otra muy distinta" es una protesta de "pijos pudientes y maleducados y algún que otro simpático neonazi".