El equipo de Calviño acusa a Iglesias de mentir y jugar sucio para hundirla
El duelo de titanes que libran desde hace tiempo el vicepresidente social y la vicepresidenta económica se ha encarnizado a raíz del episodio de la reforma laboral. Y ella tampoco se calla.
“La vida sería más fácil en el anterior gobierno” (sin Podemos y sin Pablo Iglesias). Es el desahogo de fuentes próximas a la vicepresidenta Nadia Calviño ante ESdiario.
El vicepresidente segundo ha puesto a la vicepresidenta económica en su diana política. “A Iglesias le molesta casi su presencia”, dicen fuentes de Moncloa. Lo confirman, más diplomáticamente, en el entorno de Calviño, donde reconocen que no hay un “diálogo habitual y fluido”, sino el “justo institucionalmente”. “Cada uno tiene su área de actuación”, señalan.
Eso sí, las fuentes próximas a la vicepresidenta tercera acusan a Podemos de boicotearla desde dentro del Gobierno y de hacer -dicen ya con resignación- “filtraciones interesadas y constantes a la prensa para presentar a Calviño como una chantajista que amenaza siempre con dimitir”.
Este es el retrato de un Gobierno dividido y partido en dos, en las áreas (económica y social) que más coordinadas y unidas deberían estar ante la enorme crisis que afrontamos. Este último choque entre Iglesias y Calviño ha venido a cuenta del acuerdo del PSOE y Podemos con Bildu para derogar íntegramente la reforma laboral.
Se habla de una conversación subida de tono entre el presidente y Calviño el miércoles
En el entorno de Calviño reconocen que la vicepresidenta no tenía ni idea del pacto y que, al enterarse, llamó a Pedro Sánchez e “intervino” -dicen simplemente- para que lo desactivara. Otras fuentes próximas al Gobierno hablaban de una conversación “muy tensa” entre Sánchez y su vicepresidenta en la noche del miércoles.
En cualquier caso, en la Vicepresidencia económica prefieren ir rebajando la tensión. “El ruido no ayuda”, dicen. En las próximas semanas, España se juega en Europa decenas de miles de millones de euros del Fondo de Reconstrucción y Nadia Calviño es la encargada de negociar. Las ayudas irán ligadas a que los países firmen un compromiso de reformas ambiciosas.
El pacto, la forma de conocerlo, la rectificación de madrugada y las declaraciones posteriores de Iglesias “con chulería” (dicen en Moncloa) asegurando que tumbarán la reforma laboral es un espectáculo que genera desconfianza en Europa -reconocen las fuentes consultadas- “aunque en Bruselas están acostumbrados -matizan- a todo tipo de gobiernos. Para ellos lo que cuenta es lo que se publique en el BOE”.
Y Nadia Calviño ya dejó claro este jueves por la tarde en el influyente Círculo de Economía que, diga lo que diga Iglesias, el BOE no publicará la derogación completa de la reforma laboral del PP, que es bien vista en Europa.
Para Bruselas lo que cuenta es lo que se publica en el BOE, más allá de teatralizaciones
"Sería absurdo y contraproducente -sostuvo Calviño- abrir un debate de esta naturaleza y generar la más mínima inseguridad jurídica en este momento. Los contribuyentes nos pagan para resolver problemas y no para crearlos". Un zasca directo a Iglesias al que -en fuentes próximas al Gobierno- acusan de “boicotear el trabajo de Calviño y ponerle piedras en el camino”.
"El Gobierno tiene claro cuál es su prioridad: reactivar la economía y el empleo", añadió Calviño en su intervención, dejando claro que su modelo no es la economía subsidiada de Iglesias. Además, Calviño alabó a los empresarios después de que la CEOE anulara una reunión -este mismo jueves- con el ministro José Luis Escrivá congelando, de facto, el diálogo social.
“Agradezco su compromiso y esfuerzo”, dijo. “Las empresas tienen un papel clave en la recuperación y cuentan con el apoyo de este Gobierno". Más claro agua, de nuevo, frente a la dialéctica ideológica habitual y anti empresarial de Iglesias y Podemos.
Pedro Sánchez y Antonio Garamendi.
“Las relaciones con Garamendi (el presidente de la CEOE) son muy buenas y cordiales”, aseguran en el entorno de Calviño. “Y lo ocurrido no las va a cambiar”.
La vicepresidenta reiteró que todo esto es compatible con reformas en el mercado laboral en la línea de favorecer el tejido productivo, crear empleo y proteger a los trabajadores. Pero nada de derogaciones.
En el entorno de Calviño son optimistas con la recuperación. “Por ahora, no hay problemas ni tensiones -aseguran- de financiación ni liquidez, aunque no sabemos -matizan- como se comportará el mercado en el futuro”.
Eso sí -reconocen- que el incremento de la deuda (casi 300.000 millones de euros brutos se emitirán este año), la mayor cantidad de la historia de España, “lo van a pagar varias generaciones”.
¿Será suficiente -preguntamos- o, además, habrá recortes y subidas de impuestos? No hay una respuesta clara que pueda comprometer. “Ahora toca -dicen- gastar, proteger y ayudar”.
Este ha sido -a cuenta de un acuerdo con Bildu- el último pulso político y de poder de Pablo Iglesias al Gobierno, a Pedro Sánchez y a Nadia Calviño. Esta vez, Calviño se plantó al enterarse por la prensa de un acuerdo fraguado desde hace días sin que Sánchez se lo hubiera contado.
¿Se siente la vicepresidenta desplazada por Sánchez en la toma de decisiones?, preguntamos a su entorno. "Es la interlocución propia con un presidente”, responden. “Hay cero problemas con Sánchez", aseguran … aunque el periodista no detecta mucho entusiasmo en la respuesta.