El Gobierno reconoce 31.000 muertos en un documento mientras los rebaja a 27.000
Mientras Fernando Simón rebaja sin explicaciones las cifras de fallecidos en España, un informe oficial del propio Gobierno admite una cifra muy superior. Es éste.
27.118. Ésa es la cifra de muertos oficial de España por coronavirus a día de hoy, tras un insólito baile que las eleva o reduce en 24 horas sin demasiadas explicaciones de Fernando Simón: lo mismo se aminora en 2.000 que sube en 300, con el pasado lunes como sorprendente emblema de ese baile funerario.
Ese día, el portavoz sanitario del Gobierno la rebajó a 26.834, con una justificación confusa que no convenció a casi nadie. De repente, desaparecieron 1.918 personas de la estadística que ha convertido a nuestro país en uno de los tres castigados del mundo, con 614 muertos por millón de habitantes: casi 40 veces más que Grecia y el doble que Estados Unidos, con arreglo a la población de cada uno.
El portavoz del Gobierno, en pleno ojo del huracán por la investigación judicial que pesa sobre sus decisiones en el 8M, fecha señalada como posible detonante de un gran contagio en España, sostuvo en público una reducción de la mortalidad que, sin embargo, sabe perfectamente que no es cierta.
Y lo sabe porque el Gobierno también es consciente de que, lejos de poder reducirse la cifra de muertos por COVID-19, hay que aumentarla significativamente: al menos en 3.000 personas con respecto al dato oficial hasta el lunes y en 5.000 en comparación con la "nueva contabilidad" que Moncloa quiere imponer.
Un informe oficial
Lo reconoce un documento público y oficial. El Informe Momo, un estudio diario de la mortalidad en España que elabora el Instituto de Salud Carlos III para los Ministerios de Ciencia y de Sanidad. En él se recogen las cifras recopiladas en casi 4.000 registros civiles de toda España, dependientes de Justicia, que representan al 93% del territorio español.
En él se registran todos los fallecimientos, por cualquier causa, y se comparan con los años precedentes para ofrecer una estimación, recabar las variaciones y estudiar más tarde las razones de cualquier desajuste.
La mortalidad creció un 42,2% y en 30.829 víctimas. Pese a saberlo, Simón difunde una reducción falseada
Desde el comienzo de la pandemia el informe se renueva casi a diario, de forma inusual, precisamente para no dejar ningún registro del coronavirus. Y el resultado es demoledor: entre el 17 de marzo y el 22 mayo la mortalidad creció en España un 42,2% con respecto a los años precedentes. Según las medias normales, debían haber muerto 70.646 personas en ese periodo. Pero murieron 101.770.
Es decir, 30.829 personas más de lo normal, aunque hasta en esto hay retoques sorprendentes: el Momo hasta el 20 de mayo aumentaba la estadística letal hasta las 31.124 personas más de lo normal, un 44.2% de exceso que también se ha reducido sin ninguna explicación en 48 horas.
Menos pensionistas
La única diferencia con otros periodos similares es, obviamente, el coronavirus: con o sin haber certificado formalmente que ésa es la razón del exceso de mortalidad, es indiscutible que la abrumadora diferencia de fallecidos obedece a esa razón. Pese a ello, Simón señaló el 7 de mayo que desconocían el motivo -"no sabemos si ha sido un accidente de tráfico" llegó a decir- y ahora, incluso, se ha atrevido a rebajar los datos finales.
Incluso el Momo quita víctimas en 48 horas
Un dato final atestigua cómo el Gobierno conoce a la perfección la cifra de muertos pero difunde una más baja, con excusas de todo tipo: ayer se conoció la estadística de receptores de pensiones contributivas en España: se pagaron 38.508 menos en mayo, correspondientes al mes de abril, correspondientes a jubilados fallecidos que, obviamente, dejan de recibir su ingreso mensual.
Sean 43.000 las víctimas mortales reales, como ya atestiguan algunos informes con los datos globales de la pandemia (esto es, sumando todo marzo y los datos actualizados de todos los registros civiles, hay algo seguro: el Gobierno difunde a diario una cifra incompleta y a la baja pese a disponer de información oficial que, cuando menos, admite ya casi 5.000 víctimas más de las que Simón detalla a diario.