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Marlaska, de los nervios, ordena instalar un sistema "gran hermano" en Interior

La fuga de información reservada tiene al ministro del Interior de los nervios, que ha ordenado endurecer los controles respecto a todos los documentos digitales que entran y salen.

El ministro del Interior este miércoles en el Congreso.

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A Fernando Grande-Marlaska no le gustan las filtraciones en su departamento. De hecho le ponen de los nervios. Ése fue uno de los motivos que adujo en sede parlamentaria para cesar al coronel Diego Pérez de los Cobos. "¿Usted sabe que una filtración es un delito de descubrimiento de secretos?", le preguntó el martes a un senador del PP.

El ministro del Interior ha encargado al nuevo jefe de la Comandancia de Madrid, David Blanes, que investigue la fuga de información en torno a la causa instruida por el Juzgado número 51 de Madrid, pero irá aún más lejos.

Grande-Marlaska quiere cortar de raíz cualquier comunicación que no salga del Gabinete de Prensa; y más tratándose de documentos internos y/o reservados como el que le ha puesto contra las cuerdas, en el que la directora general de la Guardia Civil reconoce que la destitución de Pérez de los Cobos se debe a "no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil".

Interior ha iniciado el procedimiento para desarrollar lo que el equipo de Grande-Marlaska llama un "nuevo Sistema de Entrada de Registro y Gestión Integral", según ha sabido ESdiario. Que no es otra cosa que un mayor control sobre todo archivo digital que entra y sale del Ministerio, una especie de gran hermano. O dicho con más giro lingüísticos, como dicen ellos: "La gestión integral del intercambio de documentos electrónicos en el Ministerio del Interior".

El proyecto aún no ha salido siquiera a concurso, dada la precipitación con la que a Grande-Marlaska le ha surgido la necesidad. Pero sí tiene ya un importe estimado: medio millón de euros, que el titular de Interior considerará bien empleados si con eso evita nuevas filtraciones. O, al menos, si pilla a quien se atreva a enviar a algún medio de documentación documentos reservados.

Cabe recordar que el detonante de la mayor crisis vivida en la Guardia Civil desde los tiempos de Luis Roldán fue porque el informe elaborado por la Benemérita para la juez de Instrucción número 51 de Madrid acabó en El Confidencial sin pasar por las manos del ministros (que no tenía derecho siquiera a pedirlo acorde al reglamento de la Policía Judicial).

Hace unos días Joan Mesquida, el que fuera director general de la Policía y la Guardia Civil con Alfredo Pérez Rubalcaba y ahora en Cs, contaba en Twitter una anécdota con el ya fallecido exministro del Interior:

"Un día entre en el despacho de Rubalcaba siendo ministro del Interior y me dijo : 'Este Ministerio es un queso de gruyere, la prensa esta toda infiltrada'. A lo que yo le dije 'entonces hay que ser ejemplares y nunca hacer nada que la verdad no pueda explicar'".

El Ministerio del Interior ha trabajado hasta la fecha con varias empresas de ciberseguridad, dada la cantidad de información sensible que pasa por sus ordenadores. La última de ellas ha sido la compañía Secura It, que recientemente se encargó de acorazar los servidores, puestos de trabajo y equipos portátiles de la Secretaría de Estado de Seguridad.

No obstante este nuevo Sistema de Entrada de Registro y Gestión Integral que el ministro en mente es una consecuencia directa del caso Pérez de los Cobos.

Entretanto la oposición no piensa detenerse. Ante la nula intención de Grande-Marlaska de dimitir y de Pedro Sánchez de cesarle, el PP ha decidido aumentar los decibelios presentando mociones en todos los ayuntamientos y diputaciones de España pidiendo que se marche. Para, al menos, retratar al PSOE y a Podemos en todas partes.