Pablo Iglesias redobla su ataque a la Guardia Civil lanzando un nuevo bulo

"Lo que hace daño a la Guardia Civil es que haya mandos que hacen informes con recortes de prensa sacados de webs de la extrema derecha". La frase es de Pablo Iglesias, todo un presidente del Gobierno, y la ha pronunciado en un programa en TVE.

Lejos de rectificar o de hacer alguna autocrítica, el líder de Podemos ha intentado compensar el ruido generado por un informe de la Benemérita que, a instancias de un juez, investiga la relación entre el 8M y el contagio masivo de coronavirus en España; para extender un bulo de grandes dimensiones.

El de que todo ese documento, con casi 200 páginas, es un simple compendio de informaciones de OKdiario y que, por tanto, carece de validez. Las durísimas afirmaciones de Iglesias rematan una campaña de Podemos en la que, además de denigrar a la Guardia Civil, se la ha acusado de albergar grupúsculos golpistas, tal y como señaló entre otros el ministro de Consumo, Alberto Garzón.

"Es algo gravísimo, y un país como España no se puede permitir que haya mandos que hagan recortes de okdiario para hacer informes. Ese es el mayor ataque contra la Guardia Civil y su profesionalidad. Eso debería ser un consenso independientemente de las ideas de cada uno", ha llegado a decir el número 3 de un Gobierno que no ha enmendado ni una de las críticas de Podemos al Instituto Armado.

Solo la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha salido en los últimos días en clara defensa de la institución militar dependiente, sin embargo, del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. La responsable de las Fuerzas Armadas se negó a suscribir esas críticas y, al contrario, defendió el comportamiento democrático del Cuerpo y su ejemplar trayectoria.

Nada de eso le vale a Iglesias, que utiliza una fake news para atacar tanto a la Guardia Civil cuanto a la Justicia, que fue quien ordenó la investigación. La falsedad es presentar un amplio trabajo documental como una mera recopilación de artículos en prensa, que apenas ocupan espacio en el trabajo de los agentes.

Ese trabajo reconstruye, con algunos errores de fechas que en todo caso no alteran el relato, la secuencia de avisos internacionales recibidos y desoídos por el Gobierno que le llevaron a permitir el 8M y cientos de eventos multitudinarios pese a que le constaba el peligro potencial que finalmente golpeó a España.

No solo eso, la Guardia Civil entregó en los juzgados un segundo informe en el que se demuestra cómo el portavoz gubernamental en la pandemia, Fernando Simón, no trasladó a las Comunidades Autónomas un aviso de la Unión Europea, el 3 de marzo, que también advertía de la necesidad de imponer distancia social y aplazar eventos de masas.

Más pruebas

Pero hay más, que aumentan la presión sobre el Gobierno y legitiman la investigación judicial, que puede acabar incorporando otras pruebas conocidas en los últimos días: los informes del propio Simón reconociendo por escrito, primero en febrero y después en marzo, el riesgo y certificando que los contagios se podían producir a menos de dos metros.

Y la miríada de comunicaciones internas en las que el Gobierno o las Comunidades ya alertaban antes de marzo de la necesidad de suspender actos internos como conferencias o participar en aglomeraciones: justo lo contrario de lo que las autoridades sostuvieron en público.